La Mara Salvatrucha decapitó y arrancó el corazón a un hombre en EEUU

La policía de Maryland acusó de homicidio a un pandillero de la Mara Salvatrucha después de que atrajeran a un hombre a un parque en las afueras de Washington DC, lo apuñalaron 100 veces y lo decapitaron antes de que le cortaran el corazón.

Miguel López-Abrego, de 19 años, fue arrestado a principios de este mes y acusado de asesinato, en documentos revelados el miércoles.

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Su acusación es la más reciente de una ofensiva del gobierno contra la notoriamente violenta pandilla Mara Salvatrucha, iniciada por el presidente Donald Trump, quien prometió reunir miembros y deportarlos.

Los fiscales acusan a Lopez-Abrego, a 10 millas al norte de la Capital, en la primavera.

Un informante reclamó a la policía que López-Abrego ayudó a cavar una tumba para la víctima y usó un walkie-talkie para contarle a los otros miembros de la pandilla cuando la víctima había llegado.

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Luego, los miembros de la pandilla lo estrangularon, lo apuñalaron más de 100 veces, lo decapitaron y lo descuartizaron, afirmó el informante. Le arrancaron el corazón de su pecho y lo arrojaron a la tumba que cavaron para él.

El 5 de septiembre, el informante condujo a los detectives al cuerpo. Los restos del hombre estaban donde el informante dijo que estarían, y tenía heridas consistentes con la tortura descrita por el informante.

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La policía está trabajando para identificar a la víctima, que llevaba un rosario, una sudadera con el logo de la iglesia metodista y un par de pantalones cortos azules. Fue descrito como un hombre hispano de aproximadamente 5 pies y 2 pulgadas de altura. Le faltaba un diente inferior, y la policía cree que estaba viviendo en el área de Annapolis.

López-Abrego fue encontrado en Carolina del Norte el 11 de noviembre, arrestado y extraditado al condado de Montgomery.

La Mara Salvatrucha se formó en Los Ángeles en la década de 1980, compuesta por inmigrantes salvadoreños que huían de la guerra civil de su país.

En la década de 1990, muchos de los inmigrantes ilegales fueron deportados, lo que provocó un aumento de la violencia en Centroamérica. Según las estimaciones, el número de miembros en los países centroamericanos es de al menos 60,000.

Con información de The Telegraph