Martín Vizcarra, un ex gobernador regional de bajo perfil, fue juramentado como el presidente de Perú después de que su predecesor se convirtiera en el último de los líderes del país en renunciar en medio de escándalos de corrupción y repudio público.
Martín Vizcarra prometió combatir la corrupción “de frente” antes de jurar el viernes, horas después de que el Congreso votara abrumadoramente para aceptar la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski.
Kuczynski, conocido como PPK, presentó abruptamente su renuncia el miércoles luego de que quedó claro que no sobreviviría a un segundo intento de acusarlo por un nuevo escándalo de corrupción.
El hombre de 79 años dijo que había sido víctima de una campaña maliciosa de la oposición política dominante y negó haber cometido ningún delito.
Con menos de dos años en un mandato de cinco años, Kuczynski es el primer presidente en funciones en América Latina en verse obligado a abandonar sus vínculos con el gigante brasileño de la construcción Odebrecht, que ha estado en el centro del mayor escándalo de corrupción en el continente.
Ha manchado a casi todos los principales actores políticos del Perú de las últimas dos décadas.
Kuczysnki está acusado de mentir reiteradamente sobre lazos comerciales de hace una década con la firma brasileña. Escapó por poco de la impugnación por “incapacidad moral permanente” en diciembre después de aparentemente cerrar un trato clandestino con Kenji Fujimori, un disidente del partido mayoritario de la oposición liderado por su hermana Keiko.
Tres días después, Kuczynski, el ex presidente que fue encarcelado en 2009 por autorizar escuadrones de la muerte, supervisando la corrupción rampante y el fraude electoral.
Pero la movida no logró apaciguar a Keiko Fujimori, cuyo partido dio a conocer los videos filmados secretamente esta semana que mostraron que los aliados de Kuczynski intentaron comprar votos de los legisladores de la oposición para salvarlo de la acusación.
“Fue un error gigantesco”, le dijo a The Guardian Martin Tanaka, un científico político del Instituto de Estudios Peruanos. “No hizo nada para mejorar su relación con los fujimoristas y le ganó el odio y la emnidad de los anti-fujimoristas que lo habían apoyado durante todo el intento anterior de derrocarlo”.
Vizcarra, el nuevo presidente, se enfrenta a muchos desafíos, entre ellos su bajo perfil: una encuesta de opinión realizada a principios de mes mostró que el 81% de los peruanos no reconocía su nombre.
Con información de The Guardian
