Desde masajes hasta ‘paticures’, estos centros tienen todo para las mascotas

NUEVA YORK A Keith Clemson, un sicoterapeuta enfocado en terapia de parejas en Washington, le preocupa su perro cuando él se aleja.

Un chow chow, Ripley parece un oso de peluche y puede ser dulce, pero también puede ser obstinado y un poco malo.

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“Soy muy cuidadoso sobre a dónde va debido a su temperamento”, dijo Clemson. “Por la raza, es quizá el chow más amistoso que uno llegue a conocer. Pero, de vez en cuando, pudiera estallar con la gente”.

Así que cuando Clemson se fue durante ocho días recientemente, condujo 45 minutos hasta un centro recreativo para perros en el Virginia suburbano donde arregló que Ripley tuviera una suite privada y tres paseos diarios. A la hora de dormir, su perro recibía 20 minutos extra de “tiempo de apapachos”.

“Sé cuando lo dejo que lo cuidarán mejor que yo”, dijo. “Le dan mucha atención. Todos lo conocen por su nombre. Él corre hacia ellos. Ese es el tipo de interacción que yo estaba buscando”.

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¿El costo? Unos mil dólares por la estadía de ocho días. “Es mucho dinero cuando lo pienso”, dijo. “Pero es un cierto tipo de gasto que estoy dispuesto a hacer”.

Si las personas derrochan en unas vacaciones en un centro turístico para relajarse ellas mismas, entonces ¿por qué no hacer lo mismo por su perro o su gato? Aunque la mayoría de la gente está bien enviando a Fido o Fifi a la perrera del barrio, otros están eligiendo elegantes hoteles y spas que pretenden igualar el servicio y las comodidades de un Ritz-Carlton o un Four Seasons. Para el grupo de huéspedes de cuatro patas, ese grado de luego es práctico.

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“Realizamos una entrevista muy intensiva con las personas para comprender a sus perros y lo que necesitan”, dijo Leah Fried Sedwick, dueña de Olde Towne Pet Resort, donde se queda el perro de Clemson. “Tenemos natación para perros, una pista para paseos bajo techo, cardio-corredoras para perros. Tenemos un campo de agilidad que pudiera parecer un equipo de juegos serio. Atendemos cualesquiera de sus intereses de comida. Ofrecemos masajes si se trata de un perro más viejo”.

Las comodidades se pueden añadir a la carta. Por 40 dólares, un perro puede tener una “ejercicios acuáticos y natación”. La más extenuante sesión de ejercicios Iron Dog correr, nadar y jugar en el patio de juegos cuesta 80 dólares. Un masaje deportivo posterior cuesta 35 dólares. Las fotos para los dueños cuestan 10 dólares, por cuatro fotos.

El costo para que los perros sean cepillados y entalcados varía según su tamaño y peso. Pero también hay extras aquí, como un facial de arándanos azules (10 dólares), un tratamiento de baño de barro, (entre 30 y 50 dólares), un “paticure” (15 dólares, aunque el barniz de uñas cuesta 15 dólares adicionales) y “limpieza de orejas y depilación a mano” (12 dólares).

Sedwick abrió recientemente un tercer centro recreativo en el área de Washington para responder a la demanda. La construcción del local, en Rockville, Maryland, costó 9 millones de dólares, desde comprar el terreno hasta desarrollar el sitio, y puede dar cabida a unos 200 perros.

Uno de los mayores criterios para estos hoteles es un sistema de filtración de aire de lujo para que no haya olores.

No siempre se trata de los paseos extra, el tiempo de apapachos y los masajes. En ocasiones, es un espacio con vista, un televisor sintonizado en Animal Planet y una cámara para que los padres de las mascotas puedan dar seguimiento a sus amigos peludos.

El Spa Paws Hotel, un centro recreativo para mascotas en Fort Worth, Texas, tiene 75 habitaciones para perros y seis para gatos, y se ofrece servicio de chofer hacia y desde el hotel. “Mi visión era un hotel de cinco estrellas para nosotros”, dijo Janice Ford Grimes, la dueña. “Todo en este lugar se enfoca en no causar ansiedad a las mascotas”.

Las suites para perros van de 70 a 205 dólares por noche para la Texas King Suite, la cual, con 18.6 metros cuadrados, tiene espacio para dos perros y está equipada con una cámara web, televisión de cable y una bonita ventana. “La ironía es que son perros pequeños los que se quedan ahí”, dijo Grimes.

Todas las suites para gatos tienen un tragaluz “porque los gatos reciben su energía del sol”, dijo. Las habitaciones cuestan 65 dólares por noche. Si los gatos son asustadizos, Grimes tiene salmón deshidratado congelado para relajarlos.

Amy Jo Birkenes, dueña y gerente de Chateau Poochie en Pompano Beach, Florida, tiene habitaciones temáticas para mascotas. La Royal Tea Suite, por ejemplo, tiene un candelabro y relajantes paredes azules, con muebles resistentes para que un perro duerma en ellos. Cuesta 199 dólares por noche por 21 metros cuadrados. “Tengo clientes de Europa que vienen y reservan esa suite”, dijo.

Chateau Poochie es más como un centro vacacional todo incluido lleno de actividades. Los perros se despiertan a las 6:30, salen, desayunan y para las 7:30 de la mañana están en el “salón social”, donde juegan hasta el almuerzo. Luego todos los perros toman una siesta de dos horas. Están de nuevo en el exterior en la tarde para más actividades supervisadas, a menudo empezando en el centro de acondicionamiento físico. Después de cenar, a los perros se les dan juguetes de caucho para mordisquear rellenos de crema de cacahuate.

“Le llamo el martini perruno”, dijo Birkenes.

Si un perro tiene problemas para dormir, dijo, un miembro del personal dormirá a su lado, por unos 200 dólares por noche.

“Nos tomamos el tiempo para comprender lo que quieren nuestros clientes”, dijo. “Tenemos clientes que literalmente vuelan al aeropuerto privado y vuelan hacia otro destino para dejar a sus perros aquí”.

Estas comodidades tienen atractivo. Tommy McFly, un presentador de radio en Washington, dijo que él específicamente solicita una suite con cámara web cuando él y su esposo llevan a sus perros, Chip y Mr. Troy, en Olde Towne Pet Resort. Él los extraña y le gusta ver qué están haciendo.

Cuando se casó, quiso ofrecer amenidades extra a los perros. Estas incluyeron tiempo en la alberca, pero también algo de trabajo dental. “Yo vacaciono mucho más relajado cuando sé que los perros están siendo atendidos”, dijo.

Paul Sullivan
© 2017 New York Times News Service