Más de 80 agencias de los EEUU acordaron compartir información sobre las matrículas de vehículos con la Agencia de Inmigración y de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EEUU, que podría realizar arrestos y deportaciones a inmigrantes indocumentados.
Los documentos adquiridos por la ACLU muestran que ICE obtuvo acceso a una base de datos con información sobre las matrículas recopilada en docenas de condados en los Estados Unidos, datos que ayudaron a la agencia a rastrear las ubicaciones de las personas en tiempo real. Los correos electrónicos revelaron que la policía también proporcionó informalmente información sobre el conductor a los oficiales de inmigración que solicitaron esos detalles en las comunicaciones que ACLU dijo que parecían violar las leyes locales y las propias reglas de privacidad de ICE.
Los archivos, que la ACLU obtuvo a través de una solicitud de registros, han generado nuevas preocupaciones sobre el monitoreo de los inmigrantes por parte de Ice y la forma en que la policía local ayuda a la agenda de deportación de la administración Trump.
“Es una gran invasión de la privacidad”, le dijo a The Guardian Vasudha Talla, una abogada de ACLU. “La vigilancia de la ubicación y los datos de ubicación pueden realmente pintar un retrato tan íntimo de la vida de alguien, hasta lo que hacen minuto a minuto”.
La expansión de la tecnología automatizada de reconocimiento de matrículas, que permite a las cámaras tomar imágenes de las placas y vincularlas a ubicaciones específicas, ha provocado una intensa reacción de los grupos de libertades civiles en los últimos años.
Con información de The Guardian
