La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, ha prometido seguir luchando mientras la ira por su trato con Brexit amenaza su puesto.
En medio de una ola de renuncias desde el corazón del gobierno el jueves, los críticos más feroces de May comenzaron a pedir un voto de no confianza en ella.
Solo un puñado de parlamentarios conservadores han admitido hasta ahora que lo han hecho, pero si al menos 48 exigen la votación, entonces May podría ser depuesta.
Si sus propios parlamentarios no la expulsan primero, May todavía tiene que obtener el acuerdo de divorcio de la UE a través de un parlamento profundamente dividido.
El miércoles por la noche afirmó que su gabinete de parlamentarios superiores había respaldado el acuerdo que había traído de Bruselas.
Pero la unanimidad de esta aprobación comenzó a verse débil en la mañana del jueves, cuando Dominic Raab, el jefe del Reino Unido de Brexit, renunció al gobierno.
“Ninguna nación democrática se ha comprometido a regirse por un régimen tan extenso, impuesto externamente sin ningún control democrático sobre las leyes que deben aplicarse, ni la capacidad de decidir abandonar el acuerdo”, dijo Raab en su carta de renuncia.
Raab y el ministro de trabajo y pensiones, Esther McVey, fueron las siete personas más prominentes en renunciar al gobierno.
Después de un interrogatorio de los parlamentarios en la Cámara de los Comunes, May emergió para enfrentar la perspectiva de un desafío de liderazgo.
El Brexiter Jacob Rees-Mogg se paró fuera del parlamento para anunciar que escribiría al Comité de 1922 para pedir un voto de confianza en May.
Cuando May convocó una conferencia de prensa a las 18h CET en Downing Street, algunos podrían haber esperado que se uniera a la lista de renuncias.
Pero salió peleando y se refirió al boicot Geoffrey Boicot cuando juró mostrar la perseverancia para llevar a cabo su plan Brexit.
“¿Voy a ver esto? Sí”, dijo May. “Voy a mi trabajo para obtener el mejor trato para Gran Bretaña y voy a mi trabajo para conseguir un acuerdo que sea de interés nacional”.
Añadió: “Creo que con cada fibra de mi ser, el curso que he establecido es el correcto para nuestro país y para toda nuestra gente”.
Al tratar de preservar los lazos más cercanos posibles con la UE, May ha molestado a los muchos defensores de un partido por su partido, y al Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP), que apoya a su gobierno minoritario.
Con información de v
