Angela Merkel se ha mantenido firme contra las medidas unilaterales para alejar a los refugiados de las fronteras de Alemania en medio de una tensa disputa sobre la política migratoria entre la canciller y su ministro del Interior que podría derribar al incipiente gobierno.
El enfrentamiento en Berlín se hizo eco de divisiones cada vez más profundas en toda Europa sobre cómo manejar la migración irregular. El tema también fue el centro de las conversaciones en París el viernes, en las que el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, pidieron cambios radicales en toda Europa para la política de refugiados de la UE.
Horst Seehofer, ministro del Interior de Alemania, se mantuvo en posición de lanzar una amenaza para introducir controles policiales en la frontera sur de Alemania, según informes del viernes, mientras los principales miembros de su partido CSU – socios menores del CDU de Merkel en el gobierno de coalición – instaron a la canciller a retroceder
El ministro del Interior de línea dura exige el derecho de rechazar a los refugiados si ya han solicitado asilo en otro país de la UE o han rechazado sus solicitudes en Alemania, una propuesta que Merkel rechaza como una violación de la legislación de la UE y porque está decidida a buscar una Europa amplia solución.
Merkel, que está en su cuarto mandato como canciller, rara vez se ha encontrado en una posición tan precaria. Si Seehofer sigue adelante e implementa la parte más controvertida de su “plan maestro” de inmigración, no tendrá más opción que despedirlo.
Pero eso llevaría al colapso de su gobierno, que ha estado en el poder durante menos de 100 días, y casi inevitablemente hasta el final de su cancillería. Una fuente del Ministerio del Interior dijo a medios alemanes que “todo lo que se necesita es una llamada telefónica” para que Seehofer implemente su plan.
Merkel continúa insistiendo en que los controles fronterizos nacionales solo acelerarán el final del sistema Schengen sin pasaportes. Su portavoz, Steffen Seibert, dijo el viernes que se oponía firmemente a las medidas unilaterales para rechazar a los refugiados que podrían aumentar las presiones sobre países como Italia y Grecia.
Con información de The Guardian
