México entre dos fuegos

Al final, los homicidas, porque eso son aunque sus actos sean culposos y no dolosos, gozan de su plena libertad

La Cancillería mexicana debe estar bastante ocupada en estos días, si quiere apaciguar dos fuegos

México se encuentra atrapado entre dos fuegos: al norte los disturbios por las redadas del gobierno de la Casa Blanca en California y al sur, lo que Guatemala considera una violación a su territorio.

Si bien la violencia desatada en la ciudad de Los Angeles no está involucrada ninguna autoridad mexicana, el hecho de que los manifestantes enarbolen banderas tricolor pone en el ojo de las autoridades estadounidenses asocien a los inconformes con las redades de indocumentados.

En palabras del embajador estadounidense en México, Ronald Johnson, “nuestras banderas representan identidad nacional, orgullo y valores compartidos, no división ni ilegalidad. Enarbolar una bandera extranjera mientras se ataca a las fuerzas del orden de los EE.UU. y se destruye propiedad pública o privada solo daña una relación bilateral que trabaja unida para que todos nuestros ciudadanos estén más seguros y sean más prósperos”.

Y mientras algunas voces alertan que “mostrar (las banderas) alimenta la narrativa de que en este país se vive una invasión”, el vicepresidente J.D. Vance sostiene que “los insurrectos que portan banderas extranjeras están atacando a los agentes de inmigración, mientras la mitad del liderazgo político de Estados Unidos ha decidido que vigilar la frontera es malvado”.

Del otro lado del país, la incursión de tropas de élite en territorio guatemalteco, fue considerada como una violación a la soberanía del vecino país.

Miembros de las Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) por sus siglas, irrumpieron en el poblado de Las Mesillas en persecución de cuatro individuos de un cartel con los que intercambiaron disparos, esto luego de la muerte de cuatro policías mexicanos.

En suma, la Cancillería mexicana debe estar bastante ocupada en estos días, si quiere apaciguar dos fuegos que estallaron casi simultáneamente y que si bien tienen sus orígenes en factores que no son atribuibles al gobierno de Sheinbaum Pardo, éste no deja de salir involucrado en ambos casos.