Michael Cohen, el ex abogado personal de Donald Trump, fue condenado el miércoles a 36 meses de prisión en Nueva York por delitos que incluyen mentir al Congreso y facilitar pagos ilegales para silenciar a dos mujeres que supuestamente tuvieron relaciones con Trump.
La sentencia del juez del distrito de Estados Unidos, William Pauley, en Manhattan culminó con un asombroso cambio de actitud para un abogado que una vez dijo que “recibiría una bala” por Trump, pero ahora ha implicado directamente al presidente en una conducta criminal.
En una escena emocional de la corte en la que describió su desilusión con Trump, Cohen dijo que había cometido los crímenes por “lealtad ciega” al presidente.
“He estado viviendo en un encarcelamiento personal y mental desde el día en que acepté la oferta de trabajar para un magnate de bienes raíces cuya visión para los negocios que admiraba profundamente”, dijo Cohen. “Sé que ahora, de hecho, hay poco que admirar”.
“Asumo toda la responsabilidad por cada acto del que me declaré culpable”, dijo Cohen al juez. “Los personales para mí y los que involucran al presidente de los Estados Unidos de América …
“Era mi deber encubrir sus sucias acciones”.
Cuando se impuso la sentencia, Cohen se puso de pie para enfrentar al juez y negó con la cabeza repetidamente. Después, se sentó a la mesa y se llevó la cabeza a las manos, luego intercambió abrazos con miembros de la familia en la habitación.
Cohen, de 52 años, admitió en agosto que en la víspera de las elecciones presidenciales de 2016 realizó un pago de $ 130,000 a la estrella del porno Stormy Daniels y organizó un pago de $ 150,000 a la ex modelo de Playboy Karen McDougal.
Los abogados de Cohen acordaron con los fiscales que esos pagos violaban las leyes de financiamiento de campañas, que requieren la divulgación y permiten un máximo de $ 2,700 en donaciones individuales.
Trump le ordenó a Cohen que hiciera los pagos ilegales, dijeron los fiscales en el distrito sur de Nueva York en una demanda judicial la semana pasada.
Trump ha negado los asuntos con Daniels y McDougal y rechazó los pagos de seis cifras como una “transacción privada simple”, habiendo negado previamente el conocimiento de ellos.
