El ex consejero de seguridad nacional de Donald Trump, Michael Flynn, se declaró culpable el viernes por la mañana de un cargo de declaraciones falsas a agentes del FBI en su investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Cerca de cuatro días después de que Trump se convirtiera en presidente, Flynn hizo “declaraciones materialmente falsas, ficticias y fraudulentas” a las autoridades sobre una reunión que tuvo con el entonces embajador ruso Sergey Kislyak, según documentos judiciales.
Flynn está en el centro de una investigación más amplia por parte del abogado especial Robert Mueller sobre los vínculos entre la campaña de Trump y los agentes rusos. Parecía que el equipo de Mueller estaba buscando algún tipo de acuerdo para ganar la cooperación de Flynn en esa investigación.
Michael Flynn fue filmado entrando a la sede del FBI el viernes por la mañana. Ignoró las preguntas gritadas de los medios de comunicación preguntándole si había llegado a un acuerdo con un abogado especial.
El ex-asesor negó falsamente a los investigadores que había pedido a Kislyak en una reunión durante la transición presidencial que se abstuviera de intensificar la situación después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a Rusia, y negó falsamente haber pedido al embajador en una reunión separada que retrasara una votación en una resolución de la ONU, según documentos judiciales.
Tampoco recordó que Kislyak le dijo que Rusia había decidido moderar su respuesta a las nuevas sanciones a petición de Flynn, según los documentos.
Flynn, que no había declarado los pagos de fuentes turcas y rusas y que, según los informes, estaba siendo investigado por un presunto rol en un plan de secuestro, parecía vulnerable a cargos mucho más graves que hacer declaraciones falsas.
Con información de The Guardian
