La guerra por territorio en Michoacán alimenta la peor crisis de violencia en 10 años

Un ataque en una funeraria que dejó ocho dolientes muertos es solo uno de los muchos actos de violencia en Michoacán que han puesto 2018 en camino para unirse a 2016 y 2017 como los años más violentos del estado en la última década.

Hubo 598 homicidios intencionales en el estado en el período de seis meses de enero a junio, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), continuando con una alta tasa de asesinatos que ha prevalecido durante la administración del actual gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien tomó oficina el 1 de octubre de 2015.

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De los 3,369 homicidios intencionales en el estado desde que juramentó, 1,277 fueron en 2016 y 1,260 el año pasado.

La tasa de este año equivale a un promedio de 99.6 asesinatos por mes o 3.6 por día, con casi cuatro de cada cinco homicidios cometidos con arma de fuego.

Por el contrario, hubo 326 homicidios intencionales en los primeros seis meses de 2015, o un 45,5% menos que la cifra registrada en el mismo período de este año.

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Según las autoridades de seguridad, las dos organizaciones criminales más poderosas que operan en el estado -el Cártel de la Nueva Generación de Jalisco (CJNG) y Los Viagra- están inmersos en una dura guerra que es responsable de gran parte de la violencia en varios municipios de Michoacán.

Las autoridades estatales han identificado al líder de Los Viagra, Nicolás Sierra Santana, también conocido como El Gordo y El Coruco, y al menos a tres de sus hermanos, todos líderes en el nuevo cartel de Familia Michoacana, como objetivos prioritarios.

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En el lado de CJNG, un líder conocido como El Rambo junto con varios jefes de plaza, todos los cuales se cree que son cercanos al líder del cártel Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes, se consideran objetivos clave.

Fuentes de seguridad del estado dijeron al diario El Universal que tanto CJNG como Los Viagra tienen bastiones en las regiones de Tierra Caliente, Sierra Costa y Sierra Occidental de Michoacán, donde también se ha concentrado su guerra territorial.

La marihuana y la adormidera se cultivan en partes del estado y las drogas sintéticas se producen en laboratorios clandestinos.

Con información de Mexico News