TIJUANA, Baja California.- Los albergues que atienden a migrantes y que cerraron sus puertas durante la pandemia volvieron a operar con el fin de atender a aquellos extranjeros, centroamericanos principalmente, que están en espera de una cita de asilo político.
Este mismo objetivo persiguen las asociaciones civiles como Servicios Jurídicos, de Administración y Contables OAC, de la cual su representante legal, Francisco Sepúlveda, relató que desde el inicio del campamento en la garita de El Chaparral han ayudado a miles de personas a llenar los formatos necesarios, además de llevar comida a quienes lo necesitan.
“De ayudarles a llenar sus formatos, estamos hablando de unas dos mil personas, desde que empezó el problema de El Chaparral. Lógico que como ellos dicen, debes estar en un albergue, pero en un albergue no les dan atención jurídica, y aparte te estoy hablando de mil 500, 2 mil personas que semanalmente les llevamos de comer”, declaró.
Francisco Sepúlveda insistió en que hace falta más reconocimiento y ayuda a las organizaciones civiles que atienden diversas causas sociales como lo es el de las personas en tránsito.
Y es que a decir de estas últimas, su panorama no es nada fácil, ya que los extranjeros en algunos albergues son mantenidos en cuarentena a efectos de evitar contagios, ya que se encuentran en un espacio cerrado y donde no es posible mantener una sana distancia.
Cuando los albergues receptores de migrantes cerraron sus puertas, como en el caso de Pro Libertad y Derechos Humanos en América (PLDHA), la mayoría de las personas dentro se fueron, indicó una migrante proveniente de Honduras.
“La mayoría se fue, los que pudieron irse se fueron, quedó poca gente comparada con la que había, pudieron irse, yo no he podido porque no tengo dinero, no soy de aquí para poder retirarlo, encontré quien me retire, pero no dan permiso para salir a retirar dinero para irnos de aquí. Quiero salir de aquí, no puedo tener a mi hija en estas condiciones”, expuso la migrante.
Es así que quienes se quedaron tienen que esperar su solicitud de asilo en un virtual estado de reclusión justificado por motivos sanitarios.
Con información de Sergio Carrillo.
