TIJUANA, Baja California.- Decenas de migrantes, principalmente centroamericanos, han denunciado haber sido secuestrados por las bandas de polleros o traficantes de indocumentados, que inicialmente se ofrecieron para cruzarlos a Estados Unidos, ya que sin la red de protección que significaban las caravanas masivas, estos hombres, mujeres y hasta niños, están expuestos al plagio, la extorsión y hasta la muerte.
Así lo informó el director del albergue Agape, Alberto Rivera, quien precisó que en su refugio se encuentran algunas de estas víctimas que recuperaron su libertad solo tras la negociación entre dichas bandas y sus familiares.
Ilustró este tipo de casos con la deportación de Karen Julissa Abrego Lucero, quien, junto con su hijo de 3 años, fue deportada a México por las autoridades de Estados Unidos, no obstante haber sido testigo de un secuestro de migrantes, por lo que teme por su vida.
La migrante centroamericana testificó ante la Comisión de Derechos Humanos de baja California, y ante la Sindicatura Municipal de Tijuana, la privación de la libertad de una joven de 17 años junto con un recién nacido, así como el de otra menor de 14 años, la cual sí fue localizada en tanto que las otras víctimas permanecen en calidad de desaparecidas.
Con información de: Juan Arturo Salinas
