Las autoridades de inmigración han registrado a casi 5,000 migrantes centroamericanos durante los últimos cuatro días, muchos de los cuales ingresaron a México en la frontera sur la semana pasada como parte de una nueva caravana.
El Instituto Nacional de Inmigración (INM) registró a 4,912 migrantes en la frontera entre México y Guatemala en Ciudad Hidalgo, Chiapas y en la plaza central de Tapachula, donde algunos de los miembros de la caravana han acampado desde su llegada.
Los migrantes son de seis países, incluyendo Honduras, Guatemala y El Salvador.
Entre los que han formalizado su ingreso a México se encuentran 1,007 niños y adolescentes, y miembros de caravanas anteriores que permanecieron en el suroeste de Chiapas en lugar de continuar hasta la frontera de los Estados Unidos con otros migrantes.
Las autoridades dijeron que ya se han emitido 59 visas humanitarias, que les permiten trabajar y acceder a servicios de atención médica durante 12 meses.
Uno de los destinatarios, el hondureño Bayron Adan Lara Mejía, de 27 años, dijo: “Me siento mexicano ahora”, y agregó que ya no quería hacer el viaje a la frontera con Estados Unidos.
Alrededor de 400 inmigrantes que ingresaron ilegalmente a México la madrugada del viernes y caminaron a Tapachula regresaron al cruce fronterizo para regularizar su estatus migratorio, informó el diario Milenio.
Sin embargo, se cree que alrededor de 1,000 inmigrantes ilegales se encuentran en la caravana de inmigrantes con destino a los Estados Unidos.
Milenio informó que algunos migrantes fueron persuadidos por los polleros o traficantes de personas en la ciudad fronteriza guatemalteca de Tecún Umán para que no pasen por los canales oficiales de inmigración cuando ingresan a México.
Según se informa, los traficantes les dicen a los migrantes que si se registran con las autoridades mexicanas, serán deportados en masa a sus países de origen.
Alrededor de 500 miembros de la caravana, que salieron de la ciudad hondureña de San Pedro Sula el 14 de enero, llegaron ayer a Oaxaca en autobuses proporcionados por el gobierno de Chiapas.
Los migrantes acamparon anoche en la plaza central de San Pedro Tapanatepec, una ciudad en el istmo de la región de Tehuantepec.
En contraste con lo que ocurrió con caravanas anteriores, los migrantes no fueron recibidos en la ciudad por las autoridades locales, los grupos eclesiásticos y otras organizaciones, y no se les proporcionó comida, agua o servicios médicos.
