Cerca de 400 migrantes han perdido extremidades en “La Bestia”

Cerca de 400 inmigrantes centroamericanos que perdieron extremidades en “la Bestia” en México han recibido prótesis en los últimos ocho años gracias al programa de la Cruz Roja.

Abordar los trenes de carga en dirección norte conocidos colectivamente y coloquialmente como “La Bestia” es una práctica común entre los migrantes que buscan llegar a los Estados Unidos.

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Desafortunadamente, la ocurrencia de accidentes mientras se monta en los rieles también es bastante común.

El guatemalteco Luis Estuardo perdió su pierna izquierda debajo de su rodilla a principios de este año después de caer de “La Bestia” en Achotal, Veracruz, y quedar atrapado en las ruedas del tren.

Ahora se está sometiendo a un tratamiento de rehabilitación en Celaya, Guanajuato, y pronto se le colocará, sin costo alguno, con una pierna protésica.

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El miembro artificial será financiado por un programa iniciado por primera vez por el Comité Internacional de la Cruz Roja en Chiapas en 2011.

Desde entonces, 388 migrantes han recibido prótesis de piernas, brazos y manos, y hace tres años, el centro del programa se transfirió a Guanajuato, donde cuenta con el apoyo de la Cruz Roja local, un refugio para migrantes en Celaya y el Instituto estatal para personas con discapacidades ( Ingudis).

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Alberto Cabezas, portavoz de la Cruz Roja Internacional en México, describió el programa como “importante trabajo humanitario”, explicando que también ha ayudado a los migrantes que perdieron extremidades debido a la violencia de las pandillas criminales.

Después de que los migrantes dejan el hospital, son trasladados al refugio de Casa ABBA en Celaya, donde se alojan mientras se someten a la terapia física y psicológica proporcionada por Ingudis. Durante el mismo período, los migrantes son medidos para prótesis.

Leticia Díaz, la coordinadora de rehabilitación del programa, dijo que hacer una extremidad artificial que se ajuste perfectamente y se sienta como una parte natural del cuerpo de una persona es un “proceso delicado”.

Añadió que los migrantes que pierden extremidades pasan por mucho sufrimiento y estrés emocional antes de recibir un nuevo brazo o pierna y, por esa razón, un psicólogo ofrece apoyo y los ayuda a planificar una nueva vida.

Después de recibir sus prótesis, algunos inmigrantes optaron por viajar a la frontera norte para buscar asilo en los Estados Unidos, mientras que otros optaron por regresar a sus países de origen.

En este último caso, la Cruz Roja asiste en el proceso de repatriación.