TIJUANA, Baja California.- A pesar de la amenaza del presidente Donald Trump de endurecer las deportaciones, la Casa Migrante informó que no ha sido necesario ampliar su capacidad de atención, ya que el número de personas alojadas en el refugio ha disminuido a poco más de 60, lejos del promedio habitual de 120.
Crítica a albergues gubernamentales
La organización criticó la operación del albergue de Flamingos, administrado por el gobierno federal, señalando que los migrantes permanecen allí menos de dos días antes de trasladarse a la Casa Migrante debido a la insatisfacción con la atención que reciben.
Además, destacaron que la llegada de mexicanos desplazados por la violencia, principalmente de estados como Michoacán y Guerrero, se ha reducido casi a cero, lo que representa un cambio significativo en la composición de los migrantes que buscan refugio.
Falta de recursos y recortes
La Casa Migrante enfrenta un panorama económico complicado, ya que ha sufrido recortes tanto de organizaciones estadounidenses como del propio gobierno mexicano desde el sexenio pasado. Actualmente, se encuentran en la búsqueda de fondos alternativos para continuar operando.
“Estamos tocando muchas puertas y pidiendo ayuda para sobrevivir. El gobierno no nos va a apoyar, pero en lugar de gastar dinero en tonterías como Flamingos, deberían aprovechar nuestra experiencia en la atención a migrantes”, declaró un representante de la organización.
Mientras tanto, la incertidumbre sobre posibles nuevas deportaciones mantiene en alerta a los refugios y defensores de derechos humanos en la frontera.