Mike Pence ha afirmado que la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses “palidece” en comparación con la intromisión china, que según él apuntaba a derrocar a Donald Trump.
La acusación del vicepresidente se hace eco de una afirmación similar hecha por el presidente en la ONU la semana pasada, pero los expertos en ciberseguridad lo han contradicho y la administración aún no ha presentado ninguna evidencia de respaldo, aparte de señalar casos de cabildeo manifiesto.
El propio secretario de seguridad nacional de la administración, Kirstjen Nielsen, dijo: “Actualmente no tenemos indicios de que un adversario extranjero intente interrumpir nuestra infraestructura electoral.
“Sabemos que ellos [los chinos] tienen la capacidad y sabemos que tienen la voluntad. Así que estamos constantemente en alerta para ver. “Pero lo que vemos con China en este momento son las campañas de influencia, las campañas de influencia holística más tradicionales, de larga data”, dijo Nielsen el martes en una conferencia de seguridad cibernética del Washington Post.
En sus comentarios del jueves, Pence alegó un ataque chino mucho más enfocado en la democracia estadounidense.
“China ha iniciado un esfuerzo sin precedentes para influir en la opinión pública estadounidense, las elecciones de 2018 y el entorno que conduce a las elecciones presidenciales de 2020”, dijo Pence en el Hudson Institute, un centro de estudios de Washington. “Para decirlo sin rodeos, el liderazgo del presidente Trump está funcionando, y China quiere un presidente estadounidense diferente. China se está entrometiendo en la democracia de Estados Unidos.
“Con ese fin, Beijing ha movilizado a actores encubiertos, grupos de frente y puntos de propaganda para cambiar la percepción de los estadounidenses sobre las políticas chinas”, agregó el vicepresidente. “Como me dijo recientemente un miembro de la carrera de nuestra comunidad de inteligencia, lo que los rusos están haciendo palidece en comparación con lo que está haciendo China en este país”.
Luego de los comentarios de Pence, un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional dijo que no había ninguna contradicción con la declaración anterior de Nielsen, y agregó que había estado hablando exclusivamente sobre amenazas a la infraestructura electoral, como máquinas de votación y bases de datos de registro de votantes.
