Miles de peruanos han marchado a través de Lima para expresar su indignación por el perdón del ex presidente encarcelado Alberto Fujimori, en la mayor protesta desde que se anunció la decisión.
El oprobio público fue dirigido al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, quien concedió el indulto por razones de salud en la víspera de Navidad para levantar la sentencia de 25 años, Fujimori, de 79 años, había estado sirviendo por corrupción y autorizando asesinatos de escuadrones de la muerte.
La indignación pública amenaza con empujar al asediado gobierno de Kuczynski a una crisis política mientras reorganiza su gabinete y busca forjar una nueva alianza con el partido de oposición mayoritario liderado por la hija de Fujimori, Keiko.
“El presidente ha perdido toda legitimidad”, dijo María Isabel Cedano, una activista feminista que apoyó a Kuczynski, conocido como PPK, en la segunda vuelta presidencial de Perú en 2016 para evitar una victoria para Keiko Fujimori. “Él nos ha traicionado. Debería renunciar y convocar nuevas elecciones “.
En medio de los protestanres pintados, sindicatos de trabajadores, estudiantes y colectivos feministas vistiendo faldas bordadas andinas tradicionales, la imagen de Kuczynski era una nueva adición a las máscaras goma usadas por los actores agitando paquetes de billetes en el desfile burlesque generalmente reservado para Fujimori y otros ex líderes contaminados con corrupción.
Los manifestantes de Lima llevaban cintas que leían “El perdón es un insulto” y llevaban pancartas que decían “La justicia no se puede negociar” mientras cantaban “Fuera, fuera PPK”.
Alberto Fujimori, cuyo liderazgo autoritario en la década de 1990 dejó una marca indeleble en el país, continúa proyectando una larga sombra sobre el Perú moderno. Sus partidarios lo acreditan para erradicar el movimiento Maoist Shining Path y la responsabilidad del éxito económico de Perú, mientras que otros lo consideran un dictador corrupto y de puño de hierro.
Hablando desde una cama de hospital el martes, Fujimori pidió perdón a los peruanos, dijo que había “decepcionado”. Agradeció a Kuczynski el perdón y se comprometió a respaldar el llamado del presidente a la reconciliación nacional.
Con información de The Guardian
