Militantes afganos intentaron sin éxito disparar a un avión que transportaba al secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, durante un ataque al aeropuerto de Kabul.
El extremo sur de Camp Sullivan, un complejo de la embajada de Estados Unidos cerca del aeropuerto internacional, fue golpeado por lo que parecían ser granadas propulsadas por cohetes o morteros.
Mattis, que estaba de visita en Kabul con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, había llegado antes del ataque y no había ninguna indicación de que estuviera en peligro en cualquier momento.
Un depósito de armas se incendió durante el asalto, provocando explosiones. Otros atacantes dispararon armas pequeñas en tres entradas militares al aeropuerto.
Al menos cinco civiles resultaron heridos, dijeron las autoridades. Según informes, dos aviones militares estadounidenses y uno afgano resultaron dañados, junto con un avión civil.
En un comunicado, los talibanes asumieron la responsabilidad, diciendo que había atacado el avión del secretario de Defensa. El Estado Islámico emitió posteriormente una reclamación de responsabilidad en competencia.
Mattis y Stoltenberg estuvieron en Kabul el miércoles para reunirse con funcionarios afganos y discutir la estrategia para una guerra a la que Donald Trump ha atado a los EE.UU. por un período indefinido.
El martes, el secretario de Defensa visitó Delhi donde buscó una mayor participación de la India en el conflicto afgano. También prometió reprimir a los santuarios militantes, en línea con la recientemente anunciada estrategia del sur de Asia de Trump.
El presidente estadounidense ha señalado una línea más dura en Pakistán, que Washington y Delhi acusan de albergar a terroristas para atacar Afganistán e India.
En Kabul, Mattis dijo que hablará con franqueza con Pakistán acerca de que proporciona refugios seguros para los grupos militantes. También reiteró las promesas de enviar helicópteros para reforzar la vieja flota de la fuerza aérea afgana, vista como un paso crucial para hacer que las fuerzas armadas afganas sean autosuficientes.
Este mes, Afganistán recibió los primeros cuatro helicópteros estadounidenses Black Hawk como parte de ese plan. Bajo la estrategia Trump, se espera que cerca de 4,000 tropas adicionales se desplacen a Afganistán.
En un incidente separado el miércoles, se informó que tres cohetes habían alcanzado la sede de la comisión electoral nacional en Kabul, disparada desde la cercana zona residencial de Qala Ali Mardan.
Con información de The Guardian
