Más de 25 millones de personas, entre ellas 2,5 millones de niños, mueren cada año en agonía por falta de morfina u otros cuidados paliativos, según una importante investigación.
Las personas pobres no pueden obtener alivio del dolor en muchos países del mundo porque sus necesidades son pasadas por alto o las autoridades están tan preocupadas por el posible uso ilícito de opiáceos adictivos que no permitirán su importación.
“Mirando en este abismo de acceso, uno ve la profundidad de sufrimiento extremo en la cara cruel de la pobreza y la inequidad”, dice un informe especial de una comisión creada por la revista médica Lancet.
En Haití, por ejemplo, dice el informe, no hay hogares de ancianos ni hospicios para los moribundos y la mayoría tiene que sufrir sin alivio del dolor en el hogar.
“Los pacientes con dolor por traumatismo o malignidad son tratados con medicamentos como el ibuprofeno y el acetaminofén”, dice el testimonio de Antonia P Eyssallenne, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami. “Además, las enfermeras se sienten incómodas al dar altas dosis de narcóticos, incluso si se les ordena hacerlo por temor a ser” responsables “de la muerte del paciente, incluso si el paciente es terminal.”
“La muerte en Haití es cruel, cruda y devastadoramente prematura. A menudo no hay explicación, ni simpatía, ni paz, especialmente para los pobres “.
Un médico en Kerala, India, que cuenta con un servicio de cuidados paliativos, contó la llegada de un hombre en agonía por cáncer de pulmón. “Ponemos al señor S en la morfina, entre otras cosas. Un par de horas más tarde, se miró con incredulidad. No había esperado ni concebido la posibilidad de que este tipo de alivio fuera posible “, dijo el Dr. M R Rajagopal.
Pero cuando volvió, no quedaba más morfina. “El señor S nos dijo con calma: ‘volveré el próximo miércoles. Traeré un trozo de cuerda conmigo. Si las tabletas todavía no están aquí, me voy a colgar de ese árbol'”.
La investigación de la comisión de tres años encontró que casi la mitad de todas las muertes a nivel mundial, 25.5 millones al año, implican un sufrimiento grave por falta de alivio del dolor y cuidados paliativos. Otros 35.5 millones de personas viven con dolor y angustia crónica. De los 61 millones en total, 5,3 millones son niños. Más del 80% del sufrimiento se produce en países de ingresos bajos y medios.
Con información de The Guardian
