La ministra de Interior de Portugal ha sido reemplazado en medio de críticas por el manejo del gobierno de una serie de incendios forestales mortales que han matado a más de 100 personas en cuatro meses.
Constança Urbano de Sousa entregó su dimisión al primer ministro socialista, Antonio Costa, y se inclinó ante la creciente presión política a medida que aumentaba la cifra de muertos.
“Después de este verano, nada puede permanecer igual que antes”, dijo Costa, que inicialmente se resistió a la demanda de Urbano de Sousa antes de retirarse mientras admitía que los proveedores de servicios estatales habían cometido “errores serios” al abordar el problema.
“Si quieres que te pida disculpas, discúlpame”, dijo Costa hablando en el parlamento mientras que la ministra de Interior se lamentaba en una carta de renuncia por no tener “las condiciones políticas y personales necesarias para cumplir mis funciones”.
Será reemplazada por el viceprimer ministro Eduardo Cabrita, anunció el gobierno el miércoles.
El domingo, una serie de incendios mortales estallaron en el centro y el norte del país, donde murieron 42 personas y resultaron heridas otras 71, dijo la agencia de protección civil.
Grandes incendios similares en junio mataron a 64 personas e hirieron a 250 cerca de la región central de Pedrogao Grande, en lo que fueron los incendios más mortales en la historia del país.
En total, alrededor de 280,000 hectáreas (690,000 acres) de bosque en la región interior central de Pinhal en Portugal han sido arrasadas en lo que va del año en el peor desastre natural del país, según observadores europeos.
Los incendios provocaron un éxodo rural, dijo el profesor Rui Amaro Alves, especialista en gestión de tierras en el Instituto Politécnico de Castelo Branco.
“Los que se han quedado atrás son principalmente los ancianos en decenas de aldeas justo en el bosque”, dijo Alves.
Con tantos que huyeron la tierra está casi abandonada y la reciente y severa sequía que aflige el área solo ha exacerbado el problema.
La mayor parte del área alberga pinos y eucaliptos, con el último y cada vez más dominante, un pilar de la industria del papel, especialmente inflamable.
Con información de The Guardian
