El ministro del Interior de Francia está bajo fuego por emplear a sus hijas adolescentes como asistentes parlamentarias durante sus vacaciones escolares, esto mientras las investigaciones continúan contra el candidato presidencial François Fillon , quien pagó a miembros de su familia con fondos públicos.
Bruno Le Roux fue llamado a explicarse el martes al primer ministro, Bernard Cazeneuve, después de admitir que pagó a sus hijos 55.000 euros (unos 48.000 euros) de dinero público durante siete años para trabajar como sus asistentes parlamentarios.
La Fiscalía anunció que había abierto una investigación preliminar sobre el asunto el martes por la tarde.
El escándalo brota un mes antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales y semanas después de que se revelara que Fillon, candidato del partido derechista de Les Républicains, pagara a su esposa y sus hijos hasta 900.000 euros por trabajar para él durante más de una década.
A los parlamentarios franceses se les permite emplear a familiares, si los trabajos son reales y el trabajo realmente se hace. Fillon ha negado la mala conducta, pero admitió que “cometió errores”. Él ha sido puesto oficialmente bajo investigación sobre las acusaciones que el papel de su esposa, Penelope, era ficticio.
Le Roux, miembro destacado del Partido Socialista del presidente francés François Hollande, es acusado de dar a sus hijas, ahora de 20 y 23 años, 24 contratos a corto plazo, conocido como CDD entre 2009 y 2016, mientras él Estaba sentado en la Asamblea Nacional. Los detalles fueron revelados en el programa Quotidien de TMC el lunes por la noche.
Le Roux rechazó comparaciones con el escándalo de Fillon. “Sí, mis hijas trabajaron conmigo, principalmente durante el verano u otras vacaciones escolares, pero nunca de forma permanente”, dijo a periodistas franceses.
“Estamos hablando de un trabajo de verano con un parlamentario. Cuando se trata de un archivo o de una serie de tareas parlamentarias, creo que es una buena experiencia de vida “.
La hija mayor de Le Roux tenía 15 años cuando trabajó por primera vez para su padre, durante 12 días en 2009. La edad legal de trabajo en Francia es de 16, a menos que la persona esté empleada por un padre.
Sin embargo, Le Roux está bajo presión para explicar cómo la fecha de un contrato, durante las vacaciones de verano de 2013, coincide con el tiempo que su hija estaba haciendo la experiencia de trabajo en la empresa de cosméticos Yves Rocher en Bélgica.
Le Roux, de 51 años, fue nombrado ministro del Interior en diciembre pasado, después de que Hollande reorganizara su gobierno tras la renuncia de Manuel Valls como primer ministro para concentrarse en su campaña presidencial, que terminó en una derrota en enero.
El martes por la mañana, Le Roux canceló un compromiso oficial para inaugurar un instituto nacional de seguridad e inteligencia, el Instituto Nacional de Altos Ediles de la Seguridad y de la Justicia, en L’Ecole militaire en París. Se esperaba que hiciera una declaración durante el día.
El caso es particularmente perjudicial para el gobierno socialista de Francia, ya que, en el momento culminante del escándalo de Fillon en febrero, Le Roux fue uno de los primeros en pedir una mayor transparencia en la vida política francesa.
El partido de oposición Les Républicains ha exigido una investigación judicial sobre el asunto. Jean-Christophe Cambadélis, jefe del Partido Socialista, dijo a la radio RTL que el problema no era “emplear a familiares, sino establecer si habían trabajado”. Insistió en que no había ninguna sugerencia de que Le Roux hubiera dado a sus hijas “trabajos falsos”.
“No obligamos a la gente a dimitir basándose en una sospecha”, añadió Cambadélis.
Marine Le Pen, líder del Frente Nacional de extrema derecha, también está bajo investigación en un escándalo de “falsos empleos”. Ella ha sido acusada de abusar de 300.000 euros de los fondos del Parlamento Europeo para financiar el personal del partido de las FN, incluyendo un guardaespaldas personal.
