CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una vez más el presidente Enrique Peña Nieto replanteó su política de seguridad, al anunciar que ahora concentrará los esfuerzos de su gobierno en los 50 municipios con mayor registro de homicidios.
Al presidir el Consejo Nacional de Seguridad, Peña Nieto expuso que los 50 municipios objetivo de su estrategia registran 42% de los homicidios del país.
Desde Palacio Nacional, admitió que en los siete primeros meses del año se registró un repunte en los delitos de alto impacto, por lo que el jefe del Poder Ejecutivo se dijo preocupado.
El asunto no es nuevo. El domingo 7, en su edición 2075, Proceso dedicó su portada y varios reportajes al tema. Entre éstos, bajo la firma del reportero Jorge Carrasco, se publicó “La violencia crece y el gobierno se pasma”, trabajo que muestra, con datos oficiales, que el promedio de homicidios dolosos con Peña Nieto ha sido de 17 mil 187 casos al año, mientras que en el sexenio anterior fue de 17 mil 474 muertos cada año.
Con esos indicadores, entre los países con conflicto interno, México es el segundo más violento del planeta, sólo superado por Siria.
En este contexto, en presencia de su gabinete de seguridad, la mayoría de los gobernadores y algunos presidentes municipales, Peña Nieto reiteró que las fuerzas federales no sustituirán a las policías locales, sino que realizarán tareas de subsidiariedad con estancia temporal.
No obstante, pidió a los gobernadores que se pongan a la cabeza de las acciones para procurar seguridad a sus habitantes y reiteró la necesidad de mantener la coordinación con los gobiernos locales.
Entre los diferentes asuntos abordados por Peña Nieto hoy, destacó su insistencia en una reforma en materia de seguridad para dotar de mayores facultades a las policías, así como la implementación gradual del número de emergencias 911, entre otros.
