En suma, el Mercedes Benz del que presuntamente Mogollón arrojó a su esposa ni siquiera es suyo sino que fue entregado en dación de pagos de un proceso que finalmente no llevó a cabo a favor del verdadero dueño de la unidad.
En la primer entrega de esta columna revelamos el incumplimiento en que como abogado, el diputado con licencia Fidel Mogollón incurrió con sus clientes de lo que conocemos como el gremio de taxistas amarillos, quienes en 2018 estaban por perder propiedades y espacios de atención al pasajero cuyos derechos habían pagado ante el gobierno municipal.
Atrás habían quedado los años de gloria en que los taxistas amarillos dominaban la zona conocida como La Pera, en tiempos de Rafael Morales Vizcarra, a quien conocimos por el apodo de “El Quelite”.
Su hijo, Oscar Morales, tejió alianzas políticas que le permitieran seguir usufructuando la zona pero cometió el error de enfrentarse a la modernidad: atacar los autobuses de turistas, atacar las unidades de empresas como Ticketon y posteriormente hasta los vehículos de plataforma como los Uber y hasta a sus pasajeros, a los cuales llegaron a golpear.
Tras su caída del Gremio de Choferes Mexicanos de Tijuana, y posterior muerte, fue electo como secretario general de los taxistas amarillos, Pedro Zúñiga, quien junto con Jesús Armando López Reyes y Antonio Gutiérrez Castillo, recurrieron a los servicios de Mogollón Pérez, a quien denunciaron y el Número Único de Caso (NUC) es el 0204-2022-07707 el cual afirmamos que no ha avanzado en la Fiscalía General de Justicia, pese a que la parte demandante ha comprobado los pagos en efectivo y en dación de bienes, para que Mogollón llevara a cabo diversas actuaciones.
Entre los pagos recibidos destaca también el del vehículo Mercedes Benz desde el que Fidel Mogollón habría arrojado a su esposa Iracema Valencia Labastida, vehículo que en su momento Pedro Zúñiga le quitó a Mogollón Pérez, quien con apoyo de elementos de la Fiscalía General de Justicia del estado se lo arrebató pese a que Zúñiga cuenta con la factura de la unidad en su poder.
En suma, el Mercedes Benz del que presuntamente Mogollón arrojó a su esposa ni siquiera es suyo sino que fue entregado en dación de pagos de un proceso que finalmente no llevó a cabo a favor del verdadero dueño de la unidad.
Lo anterior revela que este caso y el de violencia familiar no van a avanzar con facilidad en el seno de la Fiscalía, y que la estructura del Poder ejecutivo del estado requiere del voto de Mogollón pese a que en estos momentos se encuentra con licencia tras los hechos registrados el pasado 12 de octubre.
En suma, se trata de un legislador que como Víctor Hugo Navarro Gutiérrez, despedido por acoso a una reportera, y varios más, goza de impunidad en una entidad donde los legisladores juegan un papel de sometimiento a los gobernantes en turno, para brindar su voto a cambio de los favores recibidos.