El escultor japonés, Keisuke Aiso, creador de la tétrica escultura conocida popularmente como “momo”, asegura haberla destruido por lo que los niños ya no deben temerla.
Aiso aclara que esta escultura nunca fue destinada para durar mucho, asegurando que se estaba pudriendo por lo que la tiró lejos y solo conservo el ojo izquierdo del personaje.
De igual forma, señaló que le molesta que su obra haya sido utilizada para dañar a otras personas, pero también se siente orgulloso que su trabajo tuviera repercusión mundial.
Esta grotesca escultura se viralizó el año pasado cuando su imagen aparecía de repente en la lista de contactos en el servicio de mensajería de Whatsapp de niños y adolescentes.
Comúnmente los niños eran hostigados con imágenes violentas y se les incitaba a hacerse daño asimismo si no querían que sus familias sufrieran daño.
El llamado “desafío Momo” que se conoció mundialmente por Facebook, cobró la vida de tres menores, dos en Colombia y uno en Argentina.
Con información de RT
