VIDEO: Monje budista ha logrado rescatar a 8 mil perros callejeros

Un monje budista ha pasado décadas rescatando perros callejeros en Shanghai y llevándolos a su monasterio para vivir en paz y comodidad, o para encontrar un nuevo hogar.

Desde 1994, Zhi Xiang ha rescatado a más de 8.000 perros sin hogar de las calles de la megaciudad china, cuidándolos a todos.

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En el budismo, el objetivo más elevado es llegar a la cuarta etapa de la conciencia, mediante la cual las trampas de la realidad desaparecen cuando el practicante se da cuenta de que la vida es simplemente una ilusión. Sin embargo, los monjes más sagrados, los Bodhisattvas, no eligen este camino y, en cambio, como Xiang, de 51 años, permanecen en este mundo para tratar de ayudar a las personas atrapadas en el ciclo de la vida a escapar.

Con la ayuda de voluntarios y su propia fuerza laboral del Templo Bao’en, Xiang actualmente cuida a cientos de perros y gatos. Con un costo de casi $ 2.5 millones cada año en mano de obra y suministros, Xiang intenta llevar la mayor cantidad posible de ellos a hogares familiares en el extranjero, utilizando las redes sociales para comunicarse con los posibles dueños de mascotas.

Hasta ahora, 300 perros han sido adoptados por familias en Canadá, Estados Unidos y Alemania.

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No es un veterinario capacitado, Xiang ama y cuida a los animales que salva como si lo fuera, y aunque muchos están demasiado enfermos, los más jóvenes o sanos se trasladan a los refugios de adopción o directamente a los brazos de los nuevos dueños.

“Creo que están muy felices, así que creo que vale la pena”, dijo a ABC Australia. “Pero por supuesto que los extraño”.

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“Tengo el sueño de que un día, cuando tenga algo de tiempo libre, quiero ir al extranjero y visitarlos, tomar fotos con cada perro que rescaté”, dijo. “Así que cuando envejezca y no pueda caminar, tengo estas fotos para mirar”.

Si de hecho el Karma recompensa a quienes sacrifican su propio tiempo y riqueza para ayudar a aliviar el sufrimiento de los animales, lo que Xiang espera en su otra vida es más grande de lo que cualquiera pueda imaginar, y con razón.

 

Con información de Good News Network