CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El filósofo Tzvetan Tódorov, considerado uno de los mayores intelectuales de nuestro tiempo, murió a los 77 años de edad por complicaciones derivadas de una enfermedad neurodegenerativa.
El historiador, lingüista y crítico literario de nacionalidad francesa, aunque nacido en Bulgaria, ganó en 2008 al premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.
El también semiólogo y sociólogo se desempeñó como director del Centro de Investigaciones sobre las Artes y el Lenguaje del Centro Nacional de la investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés).
Fue crítico con el estalinismo y el fascismo que imperó durante su juventud, y siempre se mantuvo en contra de los movimientos neoliberales y ultraconservadores de los estados democráticos modernos, que reprobó por su aproximación a lo que él consideraba un nuevo totalitarismo.
Conocido principalmente en América Latina por “La conquista de América: el problema del otro”, también rechazó el intervencionismo mesiánico de Occidente en países como Irak, Afganistán y Libia y la postura de algunos estados contrarios a la ‘amenaza musulmana’.
Además, siempre estuvo interesado en el tema de la alteridad, que también exploró en obras como “El hombre desplazado” y “Nosotros y los otros”, mientras que trabajos como “La experiencia totalitaria”, “Los enemigos íntimos de la democracia” y “Muros caídos, muros erigidos”, lo cimentaron como un pensador político.
Considerado uno de los grandes intelectuales europeos contemporáneos, fue profesor en las universidades estadunidenses de Yale, Harvard y Berkeley, además de que estableció un modelo de análisis literario y desarrolló numerosas teorías culturales.
Entre sus obras también dedicó una al español Francisco de Goya, al que consideraba un genio. Bajo el titulo de “Goya. A la sombra de las luces” (2008), Tódorov comparó la grandeza del pintor con Goethe y Dostoievsky.
