Un segundo hombre murió durante las protestas en Hong Kong, horas después de que el presidente de China, Xi Jinping, emitiera su advertencia más directa hasta la ciudad, diciendo que necesitaba urgentemente “poner fin a la violencia y restablecer el orden”.
Un limpiador de 70 años que se cree que fue golpeado por un ladrillo durante un enfrentamiento entre manifestantes y residentes pro-Beijing murió el jueves por la noche, dijeron funcionarios del hospital.
Su muerte se produjo menos de una semana después de que un manifestante estudiantil que se había caído de un edificio murió a causa de sus heridas. Desde entonces, el nivel de violencia en las protestas que comenzaron hace cinco meses ha alcanzado nuevas alturas.
El lunes, la policía disparó a un estudiante de 21 años en el estómago a corta distancia y un hombre de 57 años fue incendiado mientras discutía con los manifestantes. Un niño de 15 años se encuentra en una condición crítica en el hospital después de ser golpeado en la cabeza con un bote de gas lacrimógeno el miércoles.
Xi, hablando en una cumbre en Brasil el jueves, dijo que “crímenes radicales y violentos persistentes” habían “pisoteado seriamente el estado de derecho y el orden social” de Hong Kong, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
El presidente prometió el apoyo de Beijing a la policía de Hong Kong, su poder judicial para castigar a los “delincuentes violentos” y su directora ejecutiva, Carrie Lam. “Detener la violencia y restablecer el orden es la tarea más urgente de Hong Kong en la actualidad”, dijo.
Mientras pronunciaba sus comentarios, los manifestantes en Hong Kong estaban quemando una bandera china, bloqueando carreteras y lanzando bombas de gasolina a la policía antidisturbios, quienes respondieron con gases lacrimógenos, en un cuarto día consecutivo de disturbios.
Los manifestantes estudiantiles se encerraron dentro de las universidades, en algunos casos construyendo muros improvisados a través de las carreteras y almacenando arcos y flechas, cócteles molotov, catapultas y otras armas caseras.
Estudiantes de Europa, China continental y Taiwán salían de la ciudad ya que varias universidades cancelaron las clases por el resto del semestre. La oficina de educación ha suspendido todas las clases en las escuelas primarias y secundarias de viernes a domingo.
La policía describió a la Universidad China de Hong Kong como una “fábrica de armas y un arsenal”. Ch Supt Tse Chun-chung dijo en una sesión informativa que las protestas del campus fueron “un paso más cerca del terrorismo”, informó Reuters.
Las protestas comenzaron en junio por un proyecto de ley de extradición que habría permitido que los sospechosos en Hong Kong fueran enviados a China continental para ser juzgados. El proyecto de ley, que ahora ha sido retirado, se convirtió en un pararrayos por la insatisfacción por la creciente influencia de Beijing sobre la ciudad, y las demandas de los manifestantes se han vuelto mucho más amplias desde entonces.
Después de cinco meses de llenar las calles semana tras semana, sus llamados al sufragio democrático genuino y una investigación independiente sobre la brutalidad policial se han convertido en uno de los desafíos más serios para la autoridad de Xi desde que asumió el poder en 2012.
