El huracán Florence azotó la costa de las Carolinas el viernes con vientos de 90 km / hy una marejada ciclónica potencialmente mortal, ya que la tormenta de lento movimiento cortó la energía a más de medio millón de hogares y causó sus primeras muertes.
Una madre y su bebé murieron después de que un árbol que cayó en su casa, confirmó la policía en Wilmington, Carolina del Norte, el viernes por la tarde. El padre del niño fue llevado al hospital con heridas.
Florence tocó tierra como un huracán de categoría uno el viernes por la mañana a las afueras de Wilmington, donde los árboles se inclinaban casi hasta el suelo por los vientos que soplaban a 105 mph. Cincuenta millas al norte, en Jacksonville, más de 60 ocupantes de un motel fueron obligados a evacuar mientras el edificio se derrumbaba. Más al norte, en la ciudad de New Bern, las autoridades luchaban por llegar a unas 150 personas atrapadas por las inundaciones.
Los meteorólogos han advertido de lluvias históricas a lo largo de la costa de Carolina cuando la tormenta se arrastra hacia el sudoeste hacia Carolina del Sur a solo 3 mph. Se esperan inundaciones severas de agua dulce en los próximos días a medida que la región se prepara para un período prolongado de clima extremo.
Donald Trump elogió el “increíble trabajo” realizado por los trabajadores de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema) y los primeros en responder sobre el terreno en un tweet temprano en la mañana. El presidente todavía enfrentaba críticas por su intento de restar importancia a las casi 3.000 muertes en Puerto Rico causadas por el huracán María en 2017, una cifra que sugirió que había sido inflada por sus opositores políticos.
En las calles de Wilmington, los residentes salieron a inspeccionar el daño después de que el ojo de la tormenta pasara sobre la histórica ciudad portuaria mientras los escombros ensuciaban las calles.
Se esperaba que la marejada ciclónica en Wilmington llegara a los 4 metros. El siguiente gran centro de población en el camino de Florence, Myrtle Beach en Carolina del Sur, fue azotado con lluvia y ráfagas durante la mañana del viernes. Se esperaba que la tormenta llegara a la ciudad, que tiene una población de 30,000 habitantes, por la noche. Las órdenes de evacuación estaban vigentes en toda la costa de Carolina.
Con información de The Guardian
