Al menos 12 personas murieron y más de 40 resultaron heridas cuando hombres armados en automóviles abrieron fuego contra una protesta en Bagdad, enviando a las personas a refugiarse en las mezquitas cercanas. Tres de las víctimas eran policías.
Los ataques del viernes se produjeron un día después de que una serie de incidentes de apuñalamiento sospechosos dejaron al menos 13 heridos en la Plaza Tahrir de Bagdad, el centro del movimiento de protesta sin líderes de Irak.
Más temprano el viernes, el principal clérigo musulmán chiíta de Irak dijo que un nuevo primer ministro debe ser elegido sin interferencia extranjera, ya que el tiempo se detiene para que los legisladores seleccionen un nuevo primer ministro tras la renuncia del primer ministro, Adel Abdul-Mahdi, la semana pasada.
Los comentarios del Gran Ayatolá Ali al-Sistani siguieron a informes de que un alto comandante iraní había estado en Bagdad esta semana para reunir apoyo para un nuevo gobierno que continuaría sirviendo a los intereses chiítas de Irán.
Sistani ha condenado repetidamente el asesinato de manifestantes desarmados y también ha instado a los manifestantes a permanecer pacíficos y detener a los saboteadores que vuelven violenta a su oposición.
Al menos 400 personas han muerto desde que el levantamiento sin líderes sacudió a Irak el 1 de octubre, con miles de iraquíes tomando las calles en Bagdad y aquellos en el sur de Irak, predominantemente chiítas, denunciando corrupción, servicios deficientes, falta de trabajo y pidiendo el fin del conflicto. sistema político que se impuso después de la invasión estadounidense de 2003.
La partida de Abdul Mahdi, a quien Teherán había luchado para mantener al timón, es un golpe potencial para Irán después de las protestas que han concentrado cada vez más la ira contra lo que muchos iraquíes ven como una intromisión iraní en sus políticas e instituciones.
