TEXAS, Estados Unidos.- En la frontera de Ébano, Texas, un grupo de ciudadanos financió un muro de más de 11 kilómetros de largo y más de cinco metros de alto. La valla fue construida en un territorio de un particular en la orilla del río Bravo.
El presidente de EEUU, Donald Trump, no estuvo involucrado en la construcción de la pared. Su creación se pudo lograr gracias a que la ciudadanía donó 25 millones de dólares a la organización “We Build the Wall Incorporated”, quien se encargó de levantar la división.
El muro se encuentra en la propiedad privada de George Cudahy, un hombre retirado de las fuerzas armadas de EEUU, quien decidió donar 75 acres cerca del río Bravo para la construcción.
Pobladores cercanos al terreno de Cudahy, acusaron al veterano por no haber realizado previamente un estudio por el impacto ambiental de la construcción. José Alfredo Cavazos, vecino de Cudahy, mencionó que el gobierno federal los ha presionado para que continúen con el proyecto:
“Este señor compró ahí porque yo digo que es un hombre que odia a la raza y ahí lo ves, duerme ahora más a gusto porque cree que con eso ya. Nos quieren quitar parte para poner un camino para checar la pared que quieren poner en la orilla del río”, dijo.
Con información de Milenio
