PARIS, Francia.- El Roland Garros tendrá la final que todos esperaban. Rafael lNadal y Novak Djokovic.
El español ya estaba anclado en la final y esperaba rival y finalmente el tenista serbio tuvo que sudar sobre la arena para cerrar un marcador de 6-3, 6-2, 5-7, 4-6 y 6-1.
Stefanos Tsitsipas, su víctima, le sorprendió con un 0-40 en el primer juego. Sin embargo, en un visto y no visto, el marcador era de 3-0 favorable al número uno mundial.
A diferencia de los cuartos con Pablo Carreño, salió sin el vendaje kinesiotape en el cuello.
El tratamiento con su fisioterapeuta Milan Amanovic había dado sus frutos.
Tsitsipas se sabía inferior en los intercambios desde el fondo de la pista e intentó acortar al máximo los puntos.
A Djokovic la pelota le corre una barbaridad. Nole estaba tan concentrado que le molestaba todo: pidió al juez de silla que los aficionados, un máximo de 1.000, presentes en la Philippe Chatrier, apagaran sus teléfonos móviles.
El número uno mundial ejerció como tal, con una táctica en la que sobresalieron las certeras dejadas. El griego hizo su primer ‘break’ en el décimo juego del tercer set. Y eso fue su manera de presentar candidatura al triunfo porque se anotaría la tercera manga.
Los dos primeros favoritos, a pesar de una temporada marcada por la pandemia, no han fallado.
Con información marca.es