Negativa federal para apoyar en tiempos de crisis

A más de 5 meses del arribo de los primeros migrantes extranjeros a Tijuana, las reservas de los albergues y comedores se están agotando y cada vez es más difícil conseguir donativos y dada la gran demanda de alimentos, ropa, medicamentos, y artículos de primera necesidad, grupos religiosos salen al quite y apoyan a las organizaciones no gubernamentales que hasta el momento han llevado en sus hombros dicha carga, pero se enfrentan a la negativa de la Dirección General de Aduanas a permitir el paso de donativos en especie, que en Estados Unidos son más baratos.

Ante esta problemática, los representantes de centros de atención a migrantes lanzaron un enérgico llamado a las autoridades de la Dirección General de Aduanas, representada en Tijuana por Fernando Boy Espinoza, ya que tiene frenadas las donaciones a este sector, entre ellos ropa y alimentos provenientes de Estados Unidos.

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El encargado del Desayunador del Padre Chava, Jesús Arrambarri, sostuvo que lamentablemente las medidas del gobierno federal al frenar los apoyos los ha llevado a que los activistas tengan que cruzar los apoyos en pequeñas cantidades.

Sabino Cortés Canales, de la Capilla Calvario Rosarito, explica que Aduanas “no nos deja pasar el producto pero nosotros aquí mismo compramos y de aquí mismo les traemos”.

Los miembros de las diversas agrupaciones religiosas emprenden junto con las organizaciones no gubernamentales, lo que han sido incapaces de hacer: apoyar a los más necesitados sin importar lo escasos que sean los recursos.

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El representante de la Capilla Calvario Rosarito indica que “venimos a apoyar a los que vienen de refugiados para traerles una bendición para traer algo de lo que nos han dado para repartírselos a ellos”.

Y es que los hombres y mujeres llegados de diversos países, se están enfrentando con grandes necesidades y solo la voluntad de las ongs y de los hombres y mujeres de organizaciones como la Capilla Cavario Rosarito, les tienden la mano.

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Sabino Cortés Canales concluye al precisar que “estamos apoyando con lo necesario que es agua, unas tortas, papel sanitario pasta de dientes, cepillos de dientes, artículos indispensables para ellos”.

Y no obstante la negativa de Estados Unidos a aceptar migrantes extranjeros, principalmente haitianos, cientos de caribeños y ciudadanos de El Congo, Pakistán, Costa de Marfil, Rusia y Ucrania entre otros, siguen llegando a Tijuana para iniciar un trámite ante las autoridades migratorias del vecino país.

Al respecto, Margarita Andonaegui, administradora del Desayunador del Padre Chava, explica que “se distribuyeron 600 permisos más, no permisos, la dinámica que se está implementando se distribuyeron más de 900 permisos control de ingresos, para que ellos puedan ingresar en una forma ordenada”.

Los extranjeros, muchos de los cuales ya comenzaron a trabajar en los talleres mecánicos y de carrocería de la zona centro, pues el dinero con que llegaron a esta frontera ya se les terminó, siguen esperanzados en que Estados Unidos los admita.

La aadministradora del desayunador del Padre Chava precisa que “el pasado lunes más se distribuyeron más de 900 creo que fue una distribución del sábado no sé si miércoles y luego sábado y miércoles 300 y 300 y ahora 900, una agenda aproximadamente para 2000, una agenda que hacer que esta fecha, tengo entendido hasta el 15 o 16 de octubre porque únicamente están cruzando 50 diarios.

«Nos hemos convertido en un embudo, un embudo que sostiene buena cantidad de población estamos hablando de una cantidad de población se convierte en difícil por las culturas difícil por el idioma, difícil hasta por su religió» aseveró la entrevistada.

Para los albergues y comedores que atienden a estos miles de inmigrantes, el problema sigue siendo considerable pues ante el eventual rechazo de Estados Unidos, muchos de estos hombres y mujeres comienzan a quedarse en Tijuana y exigen cobijo y alimentos.

“Estamos sufriendo un desgaste físico estoy hablando de nuestro equipo estoy hablando de la gente que está aquí casi las 24 horas llegan temprano y se van noche es desgastante. Hemos tenido que cambiar la logística, nosotros tenemos un cupo para 84 personas a las cuales podemos atender VIP pero cuando se sobrepasa ese número que tenemos más de 250 registrados porque al final de la noche si nos vamos y hay gente en calle se les pasa sin registrar aunque sea en el piso, a lo mejor albergamos unos 300.. Nosotros no éramos albergue a partir de esta situación abrimos nuestras puertas para apoyar mujeres y niños” asevera la entrevistada.