Un parlamentario nacido en China que es miembro del partido gobernante neozelandés ha negado ser un espía después de que surgió que había pasado años estudiando y enseñando en universidades con enlaces a servicios de inteligencia chinos.
“No soy un espía”, dijo Yang Jian, el primer diputado del Partido Nacional nacido en la China continental, a periodistas el miércoles después de que una investigación conjunta del Financial Times y del Newsroom de Nueva Zelanda revelara lo que describieron como su pasado oculto.
Según el New Zealand Herald, el diputado de 55 años rechazó las acusaciones como una “campaña de difamación” racista dirigida a él “sólo porque soy chino”.
Yang emigró a Nueva Zelanda de China en 1999 para tomar un trabajo de enseñanza de relaciones internacionales en la Universidad de Auckland. Doce años más tarde se convirtió en un diputado, citando al ex líder del Partido Comunista de China, Deng Xiaoping, en su discurso de debut ante el parlamento.
“No me importa si es un gato blanco o un gato negro”, dijo el legislador del partido nacional. “Es un buen gato, siempre y cuando atrape ratones”.
El miércoles, Yang estaba luchando contra las afirmaciones de que no era un gato blanco o negro, sino un caballo de Troya, después de que el servicio de seguridad neozelandés lo investigaran por los vínculos con los servicios de inteligencia de China.
“Refuto cualquier acusación que cuestione mi lealtad a Nueva Zelanda … Aunque no nací aquí, me siento orgulloso de llamarme un neozelandés, obedecer nuestras leyes y contribuir a este país”, dijo en una conferencia de prensa. “Desafío a aquellos que están propagando estas declaraciones difamatorias y las prueban”.
El interés de Yang por el Servicio de Inteligencia de Seguridad (NZSIS) de Nueva Zelanda se debe al tiempo que pasó en dos instituciones académicas en su China natal entre 1978 y 1994, vinculadas ambas a los servicios de inteligencia.
Con información de The Guardian
