Nepal se prepara para elecciones históricas a 10 años de la guerra civil

Millones de ciudadanos de Nepal votarán en las históricas encuestas anunciadas como un punto de inflexión para la empobrecida nación del Himalaya, con la esperanza de poner fin a la inestabilidad ruinosa que ha plagado al país desde el final de una sangrienta guerra civil hace una década.

Las elecciones en dos fases para los parlamentos nacionales y provinciales son las primeras bajo una nueva constitución de posguerra que surgió de un acuerdo de paz que puso fin a la insurgencia maoísta de 10 años en 2006 y puso al país en el camino de la monarquía a la democracia.

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Pasaron otros nueve años hasta que se acordó la nueva carta como una serie de gobiernos de coalición frágil que criticaron el futuro del país como un estado democrático federal.

Muchos esperan que las elecciones, que establecerán las primeras asambleas provinciales del país, traigan y terminen las turbulencias políticas y limiten el impacto comercial en Katmandú.

“Nunca hemos visto un gobierno en los últimos cinco años”, dijo Amir Dhoj Thapa de Chautara, una ciudad al este de Katmandú que vota el domingo. “Si lo hace, habrá políticas estables y será más fácil trabajar”.

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“Tenemos grandes esperanzas para esta elección”.

Alrededor de 3.2 millones de personas en todo el norte del país, incluidas las áreas gravemente afectadas por un devastador terremoto hace dos años, son elegibles para votar en la primera fase del domingo. El sur más populoso votará dentro de 10 días.

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La constitución de Nepal, finalmente aprobada en 2015, establece una amplia revisión del sistema político y pretende transferir el poder del gobierno central a siete provincias recién creadas.

Las normas establecidas en la nueva carta eliminarán a algunos partidos marginales de los parlamentos y elevarán el estándar para expulsar a un primer ministro, lo que lleva a la esperanza de que el próximo gobierno pueda ser el primero en durar un mandato completo.

Sin embargo, los analistas advierten que los cambios podrían ser limitados, ya que se espera que los tres partidos que han dominado la escena política desde el final del conflicto ocupen la mayor parte de los escaños a nivel nacional y provincial.

El partido maoísta de los ex rebeldes formó una alianza electoral con el comunista CNP-UML, presentando candidatos en forma conjunta en las principales contiendas.

El poderoso bloque ha dejado al partido gobernante, el centrista Congreso nepalí, a la defensiva, forzado a buscar partidos más pequeños en un intento por mantenerse en el poder.

La insurgencia maoísta y el prolongado proceso de paz que siguió tuvieron la intención de crear una sociedad más igualitaria. Pero la inestabilidad política y la corrupción endémica han socavado ese objetivo.

Bajo la nueva constitución, una proporción de escaños en las asambleas federales y provinciales se asignan a mujeres y personas de comunidades indígenas y la casta más baja de Dalit.

Las fronteras de Nepal con India y China se han cerrado antes de la votación y miles de fuerzas de seguridad han sido desplegadas en los colegios electorales.

Con información de The Guardian