Nikki Haley renunció como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas y dejará su puesto en enero, en una medida que sorprendió a diplomáticos aliados y otros altos funcionarios.
Haley y Donald Trump anunciaron su partida en la Oficina Oval. El momento fue una sorpresa para sus colegas en el departamento de estado y en el consejo de seguridad de la ONU.
Tanto el presidente como el enviado saliente se elogiaron mutuamente, para enfatizar que ella no se iba en malas condiciones.
Haley describió su partida como el acto de un funcionario público con consciencia.
“Creo que tienes que ser lo suficientemente desinteresado para saber cuándo te apartas y permites que otra persona haga el trabajo”, dijo.
Al preguntarle sobre el sucesor de Haley, Trump dijo que había “un número de personas a quienes les gustaría mucho hacerlo”, y dijo que Haley la había convertido en “una posición más glamorosa”.
Entre los posibles candidatos se encuentra la hija del presidente, Ivanka, y Haley se esforzó por elogiarla a ella ya su esposo, Jared Kushner, quien actúa como asesor presidencial en el Medio Oriente, y que está trabajando en un plan de paz israelí-palestino. aunque su presentación se ha retrasado varias veces.
“Jared es un genio tan oculto que nadie entiende”, dijo Haley, dándole crédito por el reemplazo del acuerdo comercial de Nafta y alegando que el plan de paz de Medio Oriente estaba “increíblemente bien hecho”.
Añadió: “E Ivanka ha sido simplemente una gran amiga, y hacen muchas cosas detrás de la escena que desearía que más personas supieran. Porque somos un mejor país porque están en esta administración ”.
