Documentos judiciales publicados esta semana revelan nuevas acusaciones en el descubrimiento de niños demacrados en un complejo de Nuevo México, incluyendo que al menos uno de los niños estaba siendo entrenado para cometer tiroteos escolares, y que un adulto enterró allí a un niño desaparecido hace mucho tiempo.
Las autoridades allanaron el complejo cerca de la rural Amalia el viernes pasado, rescataron a 11 niños hambrientos y arrestaron a dos hombres y tres mujeres, después de lo que comenzó como una investigación sobre el presunto secuestro de un niño en Georgia.
Ese niño, Abdul-Ghani Wahhaj, no estaba entre esos 11 niños, pero las autoridades descubrieron los restos no identificados de un joven en el complejo el lunes.
Los fiscales pidieron el miércoles a un juez que tenga a los cinco sospechosos: el padre de Abdul-Ghani, Siraj Wahhaj; las hermanas del hombre, Hujrah Wahhaj y Subhannah Wahhaj; Lucas Morten; y Jany Leveille, detenidas en la cárcel sin fianza.
Las autoridades han dicho que los adultos y los niños estaban en una propiedad con un campo de tiro improvisado y dos áreas principales de vivienda: un remolque parcialmente enterrado, rodeado en parte por zanjas y neumáticos viejos, y un camión utilitario estacionado.
Los investigadores también encontraron un rifle AR-15, cargadas de 30 cartuchos, cuatro pistolas cargadas y muchas rondas de municiones, dijeron las autoridades.
La policía allanó el escuálido complejo de Nuevo México el viernes, con la esperanza de encontrar a Abdul-Ghani. Su madre en Georgia dice que ha estado desaparecido por más de ocho meses.
El chico fue visto por última vez saliendo de su hogar en Jonesboro, Georgia, con su padre a fines de noviembre, y no está claro qué le sucedió. Su madre había dicho que no puede caminar y sufre ataques, y requiere atención médica constante.
Los restos de un niño fueron encontrados en el complejo el lunes, el día del cuarto cumpleaños del niño desaparecido.
En un documento judicial presentado el domingo, el sheriff del condado de Taos, Jerry Hogrefe, escribió que uno de los niños rescatados alegó que “el tío Lucas” había enterrado a Abdul-Ghani en la propiedad de Nuevo México después de lavar el cuerpo dos veces.
Con información de CNN
