Todavía hay quienes creen que el coronavirus es un invento

TIJUANA, Baja California.- A pesar de las cifras en el número de casos confirmados y decesos por coronavirus, todavía hay quienes no creen que la enfermedad es real y deciden acudir a fiestas, supermercados, centros comerciales, sin respetar las medidas sanitarias, sin considerar el riesgo que corren y el daño que pueden causar a personas ajenas.

“Yo tengo una familiar que se murió, dicen que era eso, pero no… es mentira porque estaba suelto del estómago y luego ya después nos entregaron su cajita, es eso mentira”, señaló Rubén Rodríguez, quien es comerciante en Iztapalapa, en la Ciudad de México, donde la cifra de contagios alcanza los 25 mil 787 y los decesos los 2 mil 713.

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Sin embargo, la historia de la señora María Luisa Blanco, quien vive en Tijuana, nos muestra la otra cara de la moneda. Su esposo llevaba seis días internado en el Hospital General de Tijuana (HGT); el diagnóstico que le dieron los doctores de Covid-19 fue positivo.

Al respecto indicó María Luisa: “Tengo a mi esposo, lo metimos porque tenía bronconeumonía; no traía ningún síntoma del Covid, nada de eso. Nomás venía bajo de oxígeno, entonces me lo internaron y ahorita creo que me lo entubaron porque es muy inquieto, tiene 63 años”.

El esposo de María Luisa solo presentó dolor de garganta, uno de los 13 síntomas del coronavirus. A pesar de los cuidados, el no salir a la calle, respetar la sana distancia, su esposo resultó contagiado y es que, de acuerdo con María Luisa, el hermano de su esposo hizo caso omiso a todas las recomendaciones.

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“Él tiene un hermano que es bien descontrolado que nomás anda en la calle. Según eso hubo una fiesta una reunión familiar y creo que ahí fue donde la agarro su hermano”, comentó.

La señora María Luisa envía un mensaje a la ciudadanía que sigue sin creer en la enfermedad: “Que se cuiden y que tengan respeto a los familiares, puede que no hacen caso de ver a los demás, sabiendo que mi cuñado… que su hermano no estaba enfermo y que uno le decía que no fuera, necio esta yendo”.

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La desesperación de las familias y del personal que labora en los hospitales es muy grande, no solo por ver el sufrimiento del paciente y el miedo de contagiarse, sino por la incredulidad de las personas que continúan saliendo a la calle.

Tal es el caso de la enfermera María del Carmen Galeana, adscrita en el área Covid-19 del hospital general “Raymundo Abarca Alarcón”, del municipio de Chilpancingo, Guerrero, quien tras dar positivo a la enfermedad decidió quitarse la vida; no obstante, horas antes de morir, la mujer utilizó las redes sociales para reprobar la indiferencia de la sociedad frente a la pandemia.

“¿Tienen que vivirlo para creer? Todo es gracias a nuestra sociedad retrógrada que no entiende, que no te pudiste quedar en casa, porque tu empatía y valores no dieron para más”, estas fueron las últimas palabras de la enfermera.

Con información de: Carolina Vázquez