Washington está enviando a un diplomático de alto nivel a Macedonia a medida que se intensifica el apoyo internacional para el cambio de nombre del país, días después de que los parlamentarios dieron un paso decisivo hacia la aprobación de la medida.
En lo que será el último ejemplo de respaldo occidental para la membresía estratégica del estado balcánico de la OTAN y la UE, Matthew Palmer, el subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos, llegará a Skopje el lunes.
La visita de Palmer se produce apenas 48 horas después de que los políticos macedonios acordaron iniciar los cambios constitucionales necesarios para cambiar el nombre de la antigua República Yugoslava de Macedonia del Norte. La votación a última hora del viernes a última hora siguió a horas de gran dramatismo en el parlamento de 120 escaños de Macedonia.
El departamento de estado de los Estados Unidos hizo todo lo posible para dar la bienvenida al resultado parlamentario, al que se opuso Rusia. En un tweet durante el fin de semana, la portavoz del departamento, Heather Nauert, dijo: “Estados Unidos cree que el Acuerdo de Prespa es una oportunidad histórica para promover la estabilidad, la seguridad y la prosperidad en toda la región”.
El acuerdo, alcanzado con Grecia después de 27 años de amarga disputa por el nombre de la república, es impugnado por Moscú, que durante mucho tiempo ha considerado a la región ex comunista como una esfera tradicional de influencia. Atenas dice que levantará su veto de una década contra el estado sin litoral que se une a la OTAN después del cambio de nombre, lo que los griegos han creído desde hace mucho tiempo implicaban ambiciones territoriales contra su propia provincia adyacente de Macedonia.
Los nacionalistas de derecha en el partido opositor VMRO, respaldado por Rusia, buscaron con ahínco evitar a los colegas que respaldan el intento del Primer Ministro Zoran Zaev de enmendar la Constitución, el primer paso en un arduo proceso para que el país adopte un nuevo nombre.
Con solo 72 diputados, la coalición bipartidista de Zaev no llegó a ser capaz de aprobar la moción sin el apoyo de la oposición.
“Deseo agradecer a estos valientes diputados [de la oposición]”, declaró el líder socialdemócrata visiblemente aliviado después de haber logrado reunir la necesaria mayoría de dos tercios. “[Ellos] ponen el interés del país y los ciudadanos por encima de sus intereses partidistas”.
Los parlamentarios disidentes fueron expulsados inmediatamente del partido VMRO, lo que facilitó, según los analistas, que el parlamento apruebe más votos en las próximas semanas.
Con información de The Guardian
