Investigadores en los EEUU han desarrollado un análisis de sangre que puede detectar signos de Alzheimer hasta 20 años antes de que la enfermedad comience a tener un efecto debilitante.
Los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, creen que la prueba puede identificar cambios en el cerebro que sugieren Alzheimer con un 94% de precisión, a la vez que es mucho más barata y simple que un escáner cerebral PET.
Los resultados del estudio, que se publicó en la revista Neurology el jueves, representan un avance potencial en la lucha contra la enfermedad.
“En este momento examinamos a las personas para realizar ensayos clínicos con escáneres cerebrales, lo que lleva mucho tiempo y es costoso, y la inscripción de los participantes lleva años”, dijo el autor principal, Randall Bateman, profesor líder de neurología.
“Pero con un análisis de sangre, podríamos examinar a miles de personas por mes. Eso significa que podemos inscribir de manera más eficiente a los participantes en ensayos clínicos, lo que nos ayudará a encontrar tratamientos más rápido y podría tener un enorme impacto en el costo de la enfermedad, así como en el sufrimiento humano que conlleva “.
Los investigadores dijeron que habían encontrado una manera de medir los niveles de la proteína beta amiloide, un indicador clave de la enfermedad de Alzheimer, en la sangre. Luego pueden usar dichos niveles para predecir si la proteína se ha acumulado en el cerebro.
Ese análisis podría combinarse con otros dos factores principales de riesgo de Alzheimer: la edad y la presencia de la variante genética APOE4, para identificar con precisión los cambios relevantes en el cerebro.
Los investigadores dijeron que los grupos de proteínas comienzan a formarse en el cerebro hasta dos décadas antes del inicio de la pérdida de memoria característica, sugiriendo que las pruebas podrían usarse para predecir el Alzheimer con años de anticipación.
Sin embargo, los beneficios de tales pruebas no se verían en toda su extensión hasta que se desarrollen los tratamientos para detener la enfermedad.
Con información de The Guardian
