El gobierno federal entrante enfrenta una tarea “titánica” para mejorar las condiciones de los trabajadores mexicanos, dijo la futuro secretaria del trabajo.
Pero Luisa María Alcalde, una abogada de 31 años que será el miembro más joven del gabinete del presidente electo López Obrador, también cree que seis años es suficiente para “hacer un cambio profundo” y “rescatar al país”.
Los mexicanos trabajan más horas por menos salario que los ciudadanos de cualquier otro país miembro de la OCDE, según estadísticas de la organización económica intergubernamental. México también tiene altas tasas de trabajo forzado e infantil.
“Toda la situación que enfrentamos en el mercado laboral y, en general, es titánica, en términos de pobreza, desigualdad y violencia que están totalmente vinculadas al mercado laboral”, dijo Alcalde a la agencia de noticias Reuters.
“[La tarea] es titánica, pero también hay enormes posibilidades”.
Como parte del plan del nuevo gobierno para mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos, Alcalde dijo que el próximo partido gobernante Morena, que ya tiene una mayoría en el Congreso, presentará al Congreso una legislación secundaria que permitirá la reforma laboral. Aprobado a principios de 2017 para ser promulgado.
“Esperamos presentarlo pronto, en las próximas semanas [para poder] garantizar que la representación de los trabajadores sea auténtica, para que haya un verdadero diálogo social”, dijo.
La reforma evitará que los empleadores firmen los llamados “contratos de protección” con los sindicatos detrás de las espaldas de los trabajadores, y el dinero a menudo se intercambia de manos.
“No importa qué sindicato, qué empleador o qué empresa sea, será una regla general que deberá respetarse”, dijo Alcalde.
Las nuevas leyes también buscarán eliminar la práctica sindical común de designar líderes para roles a largo plazo a través de elecciones inexistentes o procesos opacos.
Los miembros del Sindicato de Trabajadores Mexicanos del Petróleo hicieron historia esta semana cuando votaron en secreto para elegir a los líderes sindicales. Pero los críticos calificaron el proceso como una farsa.
Bajo las nuevas leyes, los trabajadores, en teoría, podrán elegir a sus líderes de manera libre y democrática a través de un voto secreto.
Sin embargo, los sindicatos poderosos cercanos al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) probablemente se resistan al cambio.
Alcalde también reiteró su promesa de trabajar para aumentar el salario mínimo y duplicarlo en el norte del país.
