A razón de 2 mil pesos multiplicados por un parque vehicular de 2 millones 404 mil unidades, estaríamos hablando de 4 mil 808 millones de pesos a recaudar
La inconformidad social vuelve a manifestarse en los espacios públicos con la manifestación que este fin de semana tuvo lugar en Mexicali en contra de la imposición del gobierno de Baja California para renovar placas a un monto que se suma a la renovación de tarjeta de circulación y otros gastos.
Tan solo con fines ilustrativos, para aquellos automovilistas que el pasado 2024 no pudieron hacer su pago de tarjeta de circulación, en este año la suma de dicho trámite a los gastos de ejecución, multas, recargos y las nuevas placas, tendrá que perderle el cariño a casi 10 mil pesos.
Es por ello que los mexicalenses volvieron a salir a las oficinas de gobierno a protestar contra este reemplacamiento, que solo sirve para que la administración estatal recaude considerable cantidades, tal y como lo hicieran sus mentores, los panistas que encontraron en el automovilista un enemigo.
Para nadie en nuestro estado es un secreto que las placas para automovilistas y transportistas fueron un pingüe negocio durante los gobiernos panistas, pues a razón de 2 mil pesos a montos actuales, multiplicados por un parque vehicular en crecimiento, que al día de hoy araña los 2 millones 404 mil unidades, por lo que estaríamos hablando de 4 mil 808 millones de pesos a recaudar por parte del gobierno del estado.
No olvidemos el caso de aquellos tratos turbios como los que se registraron durante el gobierno de Ernesto Ruffo Appel, pues según los involucrados en el caso de las placas, Claudio Ruffo Appel, negociaba a nombre de su hermano Ernesto. No olvidemos el caso de aquellos tratos turbios como los que se registraron durante el gobierno de Ernesto Ruffo Appel, pues según los involucrados en el caso de las placas, Claudio Ruffo Appel, quien negociaba a nombre de su hermano Ernesto.
“Alguna vez íbamos en el elevador cuando Claudio lo detuvo y me dijo que si quería la concesión de las placas debía ofrecer tal precio, uno muy alto, y yo respondí que entre el precio y los impuestos iba a salir perdiendo. Entonces me contestó que no me preocupara, pero que el sobreprecio y los impuestos eran asunto de ellos“, según declaró José Susumo Azano Matsura.
Como quedó asentado en la columna Base de datos del 19 de agosto de 2016: “El primer mandatario panista de la República nunca desmintió la versión del ex presidente de la XX Legislatura, David Lozano Pérez, quien dice que cobró 500 mil dólares al empresario José Susumo Azano Matsura como “comisión” por haberle otorgado la concesión para la impresión de placas de vehículos”.
Hoy que el panismo a regresado por sus fueros a Baja California por la puerta trasera, la historia se repite.