TIJUANA, Baja California.- La apertura de un nuevo albergue para migrantes ucranianos tendrá que esperar, aseveró la Alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero. Explicó que por el momento no se prevé la llegada de más refugiados debido al periodo vacacional.
La munícipe informó que al finalizar la Semana Santa podrán determinar si se requiere o no otro espacio, aunque saben perfectamente que seguirán arribando a la ciudad.
“Tenemos los dedos en la puerta en razón de la necesidad que van a llegar más ucranianos. Va a descender poquito esta semana porque generalmente estamos teniendo un flujo desde Cancún donde es más económico para ellos trasladarse aquí a la ciudad, pero en estas dos semanas los vuelos se elevaron en los costos por la Semana Santa. Entonces, estamos con los dedos en la puerta para ver si asó abrimos otra unidad o no la abrimos”, informó la Alcaldesa.
Caballero Ramírez explicó que el Ayuntamiento sí puede habilitar otra Unidad Deportiva, sin embargo, sino se requiere, es quitarle un espacio a la ciudadania. Mientras tanto, la Unidad Deportiva “Benito Juárez” alberga alrededor de mil 200 migrantes, explicó la subsecretaria de Asuntos Migratorios del Gobierno del Estado, Adriana Minerva Espinoza Nolasco. Indicó que entre las acciones que mantienen en el espacio es la supervisión médica por parte de la Secretaría de Salud.
“La unidad médica móvil para migrantes de la Secretaría de Salud, ellos están viniendo de lunes a viernes; todos los días en el transcurso de la mañana y el sábado también estarán atendiendo aquí de manera permanente”, informó la funcionaria estatal.
Pero no solo el Gobierno Municipal y Estatal ponen de su parte para atender a los ucranianos, los voluntarios hacen la mayor parte. De acuerdo con Anastasia Polo —quien es ucraniana pero reside desde hace varios años en el condado de Orange, California— todos los días se suman más personas de origen ucraniano apoyar sus compatriotas, tal y como lo ha hecho ella.
“Primero que nada vine para saber qué era lo que estaba pasando porque nos enteramos de que la frontera estaba abierta para los ucranianos y yo quería traer a mi familia y eso fue hace tres semanas. Pero escuché de un amigo que un abogado estaría aquí y estaría ayudando a las personas con asesorías y yo le pregunté que si podía ir con él a la garita”, explicó la voluntaria.
Anastasia indicó que tomó sus cosas y viajó a Tijuana para apoyar a su familia en el proceso migratorio. Sin embargo, decidió no solo apoyar a los suyos sino también a sus compatriotas. Explicó que su labor en el albergue es coordinar las entregas de donaciones.
Con información de Carolina Vázquez.
