El nuevo jefe de policía de la Ciudad de México tiene una estrategia simple para reducir las tasas de criminalidad: arrestar a más delincuentes.
Omar García Harfuch, quien asumió el cargo de secretario de seguridad el viernes, dijo a los periodistas el domingo que la alcaldesa Claudia Sheinbaum está buscando una rápida reducción en las tasas de criminalidad en la capital.
Pero eso no sucederá a menos que los infractores de la ley sean sacados de las calles, dijo.
“La principal instrucción que tenemos de la alcaldesa es producir resultados rápidos. Sabemos que hay problemas muy delicados que no se resolverán si no hay arrestos. Tiene que haber arrestos para que las tasas de criminalidad bajen. . . ”García dijo.
El jefe de policía dijo que la secretaría que dirige trabajará estrechamente con la Oficina del Fiscal General de la Ciudad de México para fortalecer las investigaciones criminales y, por lo tanto, realizar más arrestos.
“La realidad es que hay una gran cantidad de crímenes, una gran cantidad de crímenes que están afectando a la sociedad y que deben ser tratados. Van desde el robo de autos. . . al robo de pasajeros en transporte público. . . ”García dijo.
Las estadísticas muestran que una variedad de delitos aumentó en la Ciudad de México durante los primeros ocho meses de 2019 en comparación con el mismo período del año pasado.
Los secuestros aumentaron un 430%, la extorsión aumentó un 69%, los homicidios aumentaron un 12.5%, los delitos de tráfico de drogas aumentaron un 30.7% y los robos crecieron un poco menos del 1%.
García, un ex oficial de la Policía Federal que recientemente estuvo a cargo de la policía de investigación de la capital, dijo que se realizará una revisión exhaustiva de la policía de la Ciudad de México en los próximos días para determinar qué está funcionando y qué no está en el gobierno. lucha contra el crimen
El nombramiento del hombre de 37 años como jefe de policía se produjo un día después de la renuncia de Jesús Orta Martínez, cuyo mandato de 10 meses estuvo marcado por varios casos de alto perfil, incluidos los asesinatos de Norberto Ronquillo y Leonardo Avendaño.
Orta también fue criticado por la respuesta del gobierno de la Ciudad de México a un caso en el que cuatro policías fueron acusados de violar a una niña de 17 años.
Dos protestas de mujeres en agosto que exigieron a las autoridades tomar medidas contra los presuntos autores del crimen y declarar una alerta de género en la capital, se volvieron violentas al igual que las recientes marchas de aniversario de los 43 estudiantes que desaparecieron en Guerrero en 2014 y las víctimas de la masacre de Tlatelolco de 1968.
García reconoció que prevenir la violencia en las protestas es un problema que las autoridades deben enfrentar. Sheinbaum dijo la semana pasada que el “Cinturón de paz” de los empleados del gobierno civil que se desplegó durante la marcha de protesta de Tlatelolco cumplió su propósito y puede desplegarse nuevamente en futuras marchas.
García dijo ayer que “las personas que se infiltran en las marchas” son responsables de la violencia y los actos de vandalismo cometidos recientemente en las calles de la capital.
“No importa cuál sea el objetivo de la marcha, no importa de qué se trate, [los infiltrados] aparecen para causar estragos”, dijo.
