¿Qué obstruye los cauces de Yakarta? Cualquier cosa

YAKARTA, Indonesia – Parado en su puesto en una esclusa en medio de Yakarta, Bejo Santoso dice que lo ha visto todo.

Él no se refiere a toda una vida de experiencias. Está hablando sobre la variedad de desechos producidos por el hombre que flota por el río Ciliwung antes de que sean eliminados en una profunda bahía que una flota holandesa detectó hace más de 400 años.

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Bejo y docenas de sus colegas desplegados en cauces por toda la ciudad han sacado refrigeradores, televisores, colchones y mobiliario. A veces encuentran cadáveres humanos… las víctimas de inundaciones sorpresivas.

“Cada año encontramos uno o dos”, dijo Bejo, de 49 años de edad, quien opera una excavadora que remueve aproximadamente 740 pies cúbicos de basura y desechos naturales del río cada día. Eso es suficiente para llenar el camión de su cuadrilla tres veces durante un turno.

La administración de la ciudad de Yakarta, con ayuda de donadores internacionales y el gobierno nacional, está dragando sus 17 ríos y canales: la primera vez que lo ha hecho desde la década de los 70. Los cauces estaban obstruidos al 70 por ciento, siendo uno de los principales contribuyentes del problema crónico de inundaciones en la ciudad.

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Yakarta es una de las mayores ciudades de Asia, con más de 10 millones de habitantes, con base en estimados. Alrededor de 20 por ciento de sus residuos diarios terminan en ríos y canales locales, ha determinado el departamento de obras públicas de la ciudad.

Trabajadores como Bejo usan boyas naranja para atrapar basura. En su mayoría, dicen, es arrojada por gente que vive en comunidades ribereñas a las que nunca se les enseñó a pensar que los cuerpos de agua eran algo más que tiraderos de basura.

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Pepenadores oportunistas – así como algunos empleados de manejo de residuos de la ciudad – tienden redes y, a veces, jaulas en los cauces para recolectar plástico y artículos de metal, los cuales pueden vender a operaciones de reciclaje.

“No es fácil modificar la noción de que el río es una lata de basura”, dijo Steven Tabor, el director de país por el Banco Asiático de Desarrollo en Indonesia.

En un día reciente, la pila de basura atrapada que flota en la superficie en la esclusa de Bejo, en el barrio Manggarai de Yakarta, incluía un casco de motocicleta, sandalias, balones de futbol, contenedores de poliestireno extruido, una cámara de llanta y una almohada.

Había también restos naturales: platanares y una rata muerta.

Los congestionados cauces de Yakarta no son tan solo un irritante menor y una molestia visual. Equivalen a un serio problema ambiental en la urbe que ha matado a docenas de personas durante inundaciones en años recientes, causado incontables enfermedades, desplazado a más de 1 millón de personas y causado miles de millones de dólares en pérdidas.

El problema de Yakarta con las inundaciones se ha vuelto exponencialmente peor por dos razones. Primero, el gobierno nacional y funcionarios del ayuntamiento no efectuaron trabajos de dragado o mantenimiento apropiado de cauces entre 1970 y 2010… pese a haber alegado repetidamente que sí se había hecho.

En segundo lugar, el desarrollo sin supervisión en el área metropolitana de Yakarta, que alberga actualmente a más de 30 millones de personas, dio como resultado que estanques de retención, pantanales y otros espacios abiertos que normalmente absorben el agua de lluvia fueran pavimentados para centros comerciales y manzanas de apartamentos.

Esos malos manejos cobraron un precio. Desde mediados de los años 90, Yakarta ha experimentado grandes inundaciones cada cinco años, aproximadamente, a la par de inundaciones de menor envergadura cada año.

En 2002, más de 60 residentes fueron muertos y 350,000 fueron obligados a salir de sus hogares por la masiva inundación. En 2007, casi 70 por ciento de la ciudad quedó sumergida por crecidas que mataron a 52 personas y desplazaron a más de 450,000.

Además, en 2013, lluvias torrenciales causaron el colapso de una sección de casi 30 metros de largo de un dique en el Canal de Inundación Occidental, construido por holandeses, inundando por completo el centro de la ciudad. Otras partes de la ciudad también fueron inundadas, matando al menos a 46 personas.

El director del departamento de obras públicas de Yakarta estimó que solo 20 por ciento de los drenajes de la ciudad funcionaba como debía. El resto estaba saturado con basura, desechos y cables de empresas de servicio público.

No fue sino hasta 2012 que empezó el primer programa de dragado en cuatro décadas en Yakarta, llevado a cabo tanto por el gobierno de la ciudad como por el ministerio nacional de Obras Públicas, y apoyado por una subvención del Banco Mundial por 189 millones de dólares que siguió tras años de negociaciones.

Se estima que este proyecto, que continúa, ha protegido de las inundaciones a un millón de residentes adicionales de Yakarta, dijo Iwan Gunawan, prominente asesor de manejo de desastres en el Banco Mundial en Yakarta.

Dijo que se habían registrado alrededor de 120 millones de pies cúbicos de sedimento – tanto hecho por el hombre como natural – en 10 ríos y cauces que están siendo dragados y rehabilitados con el apoyo de la subvención.

“Las inundaciones de 2007 anegaron más de la mitad de la ciudad, y realmente se convirtieron en una llamada de alerta para quienes toman las decisiones”, dijo Iwan.

“La cuestión era, si el sistema ribereño era devuelto a su condición normal, ¿cuál sería la mejoría?” dijo. “La respuesta era que otro millón de personas estará segura de inundaciones, lo cual es bastante bueno”.

Sin embargo, él agregó que tanto el gobierno nacional como el de Yakarta necesitaban “instalar una mentalidad de mantenimiento” para los cauces de la ciudad, a fin de prevenir el regreso del problema de congestionamiento, ya que campañas de educación pública en contra de tirar basura han sido ineficaces en el mejor de los casos.

A una corta caminata sobre las márgenes del río Ciliwung desde la esclusa de Bejo, Manutur Sitanggang, el capataz de una cuadrilla de excavación flotante, dijo que habían extraído alrededor de 35,000 pies cúbicos de sedimento cada día, conforme intentan restablecer esa sección del río de vuelta a una profundidad de alrededor de seis metros.

Trabajando en turnos desde el amanecer hasta el anochecer, y combatiendo fuertes corrientes, el equipo de 10 personas tira el sedimento sobre las márgenes del rio antes de llevárselo en camión a un vertedero en las afueras de la ciudad.

“Vemos muchas cosas: ropa, utensilios de cocina, gatos muertos”, dijo Manutur. “Puede volverse sumamente aburrido”.

Las primeras indicaciones son que el dragado está ayudando, al menos en algunas áreas de la ciudad.

En Teluk Gong, barriada ribereña sobre el río Angke Bawá en el norte de Yakarta, los residentes han lidiado con inundaciones durante años.

Muchos viven en improvisadas casas de madera sobre las márgenes, ganándose la vida como jornaleros o en carritos de comida. En un día reciente, la peste de un basurero a cielo abierto llegaba ocasionalmente a través de las calles sin pavimentar.

Miftá Wickasono, de 52 años, opera un pequeño bote que transporta personas al otro lado del río.

“Todos están más felices cuando no hay inundaciones”, dijo, ya que la crecida de las aguas significa que la gente debe subir a los techos, a veces durante varias horas, y trapear continuamente sus casas.

Jaeró Hasaná, de 35 años de edad, administra un puestito al aire libre que vende bocadillos, bebidas, cigarrillos y artículos de aseo personal.

“Ha sido bueno porque no he tenido que pasar tiempo limpiando lodo apestoso después de las inundaciones”, dijo. “Definitivamente me siento más seguro, y espero que pase mucho tiempo antes de que volvamos a tener una inundación aquí”.

Muhammad Rusmadi contribuyó con información.
© 2016 New York Times News Service