TIJUANA, Baja California.- Ante el posible endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos bajo el mandato del presidente electo Donald Trump, el gobierno de Baja California ya se encuentra tomando medidas preventivas, informó la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Coordinación con la Federación
La mandataria estatal explicó que se trabajará en colaboración con el gobierno federal para que las personas deportadas sean enviadas a sus estados de origen. Además, se buscará establecer convenios con entidades como Chiapas, de donde proviene un alto número de migrantes mexicanos en Estados Unidos.
“Lo óptimo sería tener información anticipada sobre cuántas personas serán deportadas para prepararnos y facilitar los traslados a sus estados, mientras les brindamos atención en albergues”, señaló Ávila Olmeda.
Apoyo a los migrantes
Debido a la ausencia de un fondo destinado a la atención de migrantes, se anunció que la Federación proveerá apoyo con carpas y alimentos, mientras que el gobierno estatal, en coordinación con los municipios, se encargará de servicios básicos como agua, recolección de basura, salud y asistencia en albergues.
La gobernadora también indicó que se dividirán los albergues para atender a diferentes grupos, como familias, menores no acompañados y mujeres solas, con el fin de garantizar una atención adecuada.
Esta preparación responde a la necesidad de manejar de forma ordenada un posible incremento en las deportaciones, protegiendo los derechos y bienestar de las personas retornadas.