Tijuana, BC.- También en nuestra frontera hay damnificados pero para ellos no hay víveres ni agua o artículos de higiene personal. Están abandonados a su suerte pese a las promesas del secretario de Desarrollo Social Municipal, Mario Osuna, con apoyarlos con pie de casa, refugios, víveres, albergues y cuanta cosa se les ocurría.
Karina Cárdenas, damnificada olvidada de Tijuana, lo resume así: “ya nos quedamos sin nada, algunos viven con familiares, otros están rentando algunos siguen aquí del lado derecho y en la parte de abajo todavía hay personas viviendo…. el piso se ha hundido 10 metros es un aproximado si te das cuenta es el nivel y allá se alcanza a distinguir entre 8 o 10 metros, esa era mi casa, vino Protección Civil, nos dio nuestro engomado rojo ya que estamos en zona de alto riesgo, comenzaron a caerse casas de la calle Platón de allá de aquel lado y nos dijeron que debíamos evacuar ya que nos dijeron que era un problema geológico”
Por su parte, la señora María Félix Marcelo García, otra damnificada olvidada de Tijuana, dice “se nos cayeron las casas en la calle Platón de camino verde desde el 21 de enero que nos evacuaron estamos viviendo aquí en este predio que la senora nos prestó y le pido a las autoridades que nos ayuden… Cuando estábamos recién llegados aquí a veces no cenábamos, íbamos a costarnos con una taza de café que nos llevábamos, no podíamos cenar el airazo y luego el agua, parecía que andábamos chancleando llenos de agua , feo se pone aquí yo lo único que les pido que nos apoyan ya no por uno sino por los niños que tenemos, mucha gente dira para que los ayudan si ellos tienen de donde tenemos todo lo que teníamos lo invertimos allá y se cayó se perdió todo, si van a para allá van a ver que no quedo nada de los que era mi casa y duele porque era el patrimonio de mis hijos”.
Las primeras evidencias apuntaron a fugas provocadas por las tuberías de la Comisión Estatal de Servicios Públicos pero esta paraestatal se lavó las manos y como ocurre siempre, nadie tiene responsabilidad en estos casos, sobre todo si los afectados son pobres.
Karina Cárdenas precisa que “hace tiempo nosotros hacíamos nuestro reporte en la CESPT de que había fugas de agua en la calle principal, cosa que a veces venían y a veces no, porque CESPT dice que ponen el reporte pero ponen un tape y se van toda la calle aquí se inundó no se ha caído porque fue un temblor simplemente se han ido hundiendo las casas la mía esta entera pero esa abajo, las de mis vecinos están enteras pero abajo”.
El último censo de familias afectadas fue de 84, más de 300 personas que se quedaron sin hogar no obstante que ellos pagaron debidamente sus terrenos a los gobiernos que exigieron un dictamen del Centro de Investigación Científica y Estudios Superiores de Ensenada para reubicarlos, pero resulta que el CICESE no emite dictámenes.
El señor José Juárez Arrioja, también damnificado, explica que no son invasores pues nosotros “sí compramos tenemos los papeles de propiedad de terreno y la cosa que hicimos fue invertir aquí, venimos de Acapulco, teníamos una casita humilde y con lo que juntamos aquí hicimos esto y desgraciadamente nos tocó la de perder estamos desamparados por parte de los gobiernos más que nada. Vino Gastelum el presidente y nos prometió tantas cosas bonitas, nos bajó el cielo y las estrellas ni el ni nadie ha venido, nadie nadie nadie, mi esposa fue a pedir ayuda y le dicen puro que sí puro que sí, como la canción de la negra pero no le dicen cuando”.
La tragedia evidenció la miseria humana de individuos como el delegado de Camino Verde, Salvador Lujano, de Mario Osuna, director de Desarrollo Social Municipal, y de otros funcionarios igualmente huérfanos, quienes negaron apoyos a los afectados.
“Nosotros pedimos ayuda en el caso de mis vecinos de aquel lado que son los principales afectados eran 14 viviendas, ellos se reunieron para ir a Palacio Municipal, como a los 2 días vino el presidente, hizo el recorrido y hoy que es 21 de septiembre y ellos vinieron el 3 de febrero, no se ha tenido ninguna ayuda tanto económico como un albergue, la señora Mary vive debajo de un árbol, mandaron a Desarrollo Social y lo único que me dijeron fue la señora está dentro de un predio, no está exponiendo su vida, no te puedo ayudar esa fue su respuesta le dieron una lona y una despensa” dice Karina Cárdenas.
Y pese a que en la zona no hay electricidad pues los postes colapsaron, a que la CESPT suministra agua mediante mangueras, eso sí debidamente conectadas a los medidores, los recibos para el pago de servicios de estas dependencias de rapiña no dejan de llegar y el de la Comisión Federal de Electricidad alcanza los mil 800 pesos.
“Nos dieron una hoja en Protección Civil, en mi casa siguen llegando los recibos y algunos vecinos ahí dejan el recibo el de agua y mi cuenta de agua ya subió unos 700 pesos más del ultimo día que estuvimos habitando, de la luz también, no hay luz porque la luz se cortó el día 23 fue cuando se cortó en toda esta área, el agua que llega es de la manguera de mi vecina agarra agua para su casa” agrega la entrevistada.
Hoy los damnificados olvidados, para quienes no hubo acopio de víveres ni albergues o refugios, hacen un llamado desesperado a los gobernantes.
“Por favor, échenme la mano se los pido de corazón, ayúdennos, ayúdennos, por favor no queremos que nos regalen póngame trabajo denme trabajo déjeme desarrollarme yo puedo hacerlo denme un permiso para vender mis tamalitos yo puedo hacerlo, sé que lo voy a hacer, hoy estoy con lucha, ayúdeme presidente, señor gobernador, ayúdeme écheme la mano” dice el señor José Juárez.
Con información de Juan Arturo Salinas
