La amenaza de Donald Trump de recortar el financiamiento de Estados Unidos a países que se oponen a su decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel en una votación de la ONU el jueves ha preparado el escenario para la confrontación con países que ya critican el enfoque del presidente.
En medio de acusaciones de intimidación y chantaje, EEUU E Israel han continuado sus furiosos esfuerzos para persuadir a los países de respaldar la posición de Trump, en medio de predicciones de que más de 150 de los 193 países en la asamblea general podrían votar en contra de Estados Unidos.
Trump hizo su amenaza de recortar el financiamiento de Estados Unidos el miércoles y dio su apoyo incondicional a su embajadora ante la ONU, Nikki Haley, quien envió a los miembros una carta de advertencia de que Estados Unidos estaría “tomando nombres” de los que se opusieron.
El proyecto de resolución reafirma 10 resoluciones del Consejo de Seguridad sobre Jerusalén, que datan de 1967, que incluyen requisitos para que el estado final de la ciudad se decida en negociaciones directas entre Israel y los palestinos.
También “exige que todos los estados cumplan con las resoluciones del consejo de seguridad con respecto a la ciudad santa de Jerusalén, y no reconozcan ninguna acción o medida contraria a esas resoluciones”.
En una indicación de la magnitud de la derrota anticipada, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, lanzó un ataque preventivo denunciando a la ONU como una “casa de mentiras” el jueves por la mañana.
“El estado de Israel rechaza este voto directamente”, dijo Netanyahu. “Jerusalén es nuestra capital, continuaremos construyendo allí y embajadas adicionales se trasladarán a Jerusalén.
“Jerusalén es la capital de Israel, lo reconozca o no la ONU. Le tomó 70 años a Estados Unidos reconocer formalmente esto, y llevará años que la ONU haga lo mismo “.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí había descrito anteriormente los frenéticos esfuerzos diplomáticos del país como “muy vastos”.
La sesión de la asamblea general de emergencia del jueves es tanto un voto sobre el reclamo de los EE. UU. Por el liderazgo internacional bajo Trump como sobre el problema de Jerusalén.
Con información de The Guardian
