La policía secreta venezolana capturó y luego liberó rápidamente a un prominente líder de la oposición, menos de 48 horas después de haberse declarado listo para asumir la presidencia de su país afectado por la crisis en un audaz desafío a su líder, Nicolás Maduro.
Juan Guaidó, el jefe del parlamento de la oposición de Venezuela, de 35 años de edad, fue secuestrado por agentes del Servicio Nacional de Inteligencia Bolivariano (Sebin) el domingo por la mañana mientras viajaba hacia el norte desde Caracas, la capital.
El viernes, el político arrojó el guante al heredero de Hugo Chávez, al decir que en un mitin Maduro era un “usurpador” ilegítimo y declaró que, por lo tanto, tenía el derecho constitucional de asumir el liderazgo del país hasta que se celebraran nuevas elecciones. Varias potencias regionales, entre ellas Brasil y Colombia, expresaron su apoyo a esa medida.
Un video que circula en las redes sociales mostró el momento de la detención de Guaidó, lo que provocó una ola inmediata de críticas internacionales.
El jefe de la Organización de los Estados Americanos expresó su “condena absoluta” a lo que llamó “el secuestro del presidente interino de Venezuela”. “La comunidad internacional debe detener los crímenes de Maduro y sus matones”, tuiteó Luis Almagro.
El secretario de estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, denunció la “detención arbitraria” y agregó: “Los Estados Unidos y el mundo están observando”.
Según informes, también fueron detenidos dos periodistas extranjeros, de la emisora colombiana Caracol y del canal en español de CNN, CNN en español.
Sin embargo, menos de una hora después de los primeros informes de la detención de Guaidó, fue liberado. “Ya estoy con él”, twiteó la esposa del político, Fabiana Rosales, y agregó: “La dictadura no aplastará su espíritu de lucha”.
