Una madre orca afligida cerca de la isla de Vancouver ha estado cargando su cría muerta durante cuatro días, después de negarse a dejar a su bebé cuando se fue el resto de su manada.
La madre ballena, llamada J35 por los investigadores, dio a luz el martes en lo que fue inicialmente un momento esperanzador. La madre y la cría femenina nadaron juntos esa mañana cerca de Victoria, Columbia Británica, según el Centro para la Investigación de Ballenas, con sede en el estado de Washington.
En cuestión de horas, sin embargo, la cría había muerto y la manada de J35 se había mudado fuera del área.
“El cadáver del bebé se estaba hundiendo y fue repetidamente recuperado por la madre, que lo estaba apoyando en su frente y empujándolo en mares agitados”, dijo el Centro de Investigación de Ballenas en un comunicado. “La madre siguió apoyando y empujando a la ballena bebé muerta durante todo el día hasta al menos el atardecer”.
J35 todavía sostenía su cría desde el viernes por la mañana, dijo Lisa Moorby, vocera del Centro de Investigación de Ballenas. Se sabe que las orcas y los delfines nadaban a sus crías muertos durante una semana.
La muerte de la cría pone de relieve la gran tragedia que enfrentan las orcas y el ecosistema del que dependen en el Mar de Salish, un canal que se extiende desde el sur de Seattle hasta el norte de Vancouver.
El Centro de Investigación de Ballenas, que monitorea la población de ballenas para los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, informa que han pasado tres años desde que una orca que reside en la zona ha dado a luz a una cría superviviente. La tasa de supervivencia en las últimas dos décadas ha sido del 75%. Solo quedan 75 ballenas en el grupo en peligro, conocidas como orcas residentes del sur.
El declive de las orcas está relacionado con el fracaso de otra especie icónica del noroeste del Pacífico, el salmón Chinook. Al igual que las orcas residentes del sur, varias poblaciones de Chinook figuran en la Ley de Especies en Peligro de los EE. UU. Las orcas han tenido problemas para alimentarse ya que las existencias han disminuido.
Con información de The Guardian
