un estudio reciente encontró que para un grupo de mamíferos marinos, los mejores amigos son una gran cosa.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, empleó la ayuda de drones para observar las interacciones sociales entre orcas desde una perspectiva única, ya que muchas investigaciones anteriores se han basado en observar los comportamientos superficiales de estos animales.
Amablemente, el dinero para los drones se recaudó gracias a una campaña de financiación colectiva que fue apoyada por miembros del público y académicos por igual.
Con su ayuda, los investigadores pudieron crear una carpeta de 651 minutos de videos a vista de pájaro filmados durante 10 días.
Al revisar las imágenes, los investigadores observaron que la manada de orcas exhibía estructuras sociales complejas, con ciertos individuos que parecían haber formado “amistades” cercanas con otras ballenas específicas.
En caso de que se esté preguntando cómo evalúa la simpatía de las orcas desde una perspectiva aérea, en realidad hay algunos indicadores reveladores.
Curiosamente, no eran tan diferentes de los signos de amistad entre las personas. “Nos sorprendió ver cuánto contacto hay entre las ballenas, lo táctiles que son”, dijo el profesor Darren Croft, del Centro de Investigación en Comportamiento Animal (CRAB) de Exeter, en una declaración enviada a IFL Science.
En humanos, el contacto físico tiende a ser una actividad relajante y para aliviar el estrés que refuerza la conexión social. Los patrones de contacto físico fueron una de las interacciones medidas en el estudio, y los análisis de estos eventos demostraron que las ballenas más jóvenes y las hembras tendían a ocupar un lugar central dentro de los grupos sociales. Este rasgo pareció desaparecer a medida que aumentaba la edad de las ballenas.
Otra interacción de interés fue el comportamiento sincrónico, que se considera un signo de cercanía entre muchas especies. Las ballenas también tenían su propia forma de imitarse unas a otras, lo que probablemente sea un indicador de la cercanía entre los animales.
“También examinamos ocasiones en las que las ballenas emergieron juntas, ya que actuar al unísono es un signo de los lazos sociales en muchas especies”, continuó Croft, cuyo colega, el autor principal, el Dr. Michael Weiss de la Universidad de Exeter, explicó que si bien el nacimiento define la manada de una ballena , con quién interactúan más socialmente todavía depende de la elección del individuo.
“Es como cuando tu mamá te lleva a una fiesta cuando eras niño; tú no elegiste la fiesta, pero aún puedes elegir con quién pasar el rato una vez que estás allí”.
Si está inspirado por este trabajo y está considerando poner en funcionamiento su propio dron, es importante tener en cuenta que al estudio solo se le permitió filmar a estos animales de esta manera ya que tenían permisos de investigación emitidos por el Servicio Nacional de Pesca Marina de EE. UU.
Todos los pilotos tenían licencia de la Administración Federal de Aviación de EE. UU., Una precaución necesaria, como lo demostró el reciente accidente de un dron en una isla que diezmó un elegante sitio de anidación de charranes.
Con información de IFL Science
